A los saqueos ocurridos el fin de semana pasados perpetrados contra comercios de nuestra provincia, se suman los hechos de sabotaje informático que se vienen sucediendo de un tiempo a esta parte, en perjuicio de empresarios, comerciantes y profesionales de diversas áreas. Ambos atentados tienen aspectos en común; perturban la paz social y necesitan ser esclarecidos a la brevedad para evitar que sigan ocurriendo, afectando la tranquilidad que nos caracteriza.
Los saqueos ocurridos el sábado pasado en Rawson, tuvieron lugar con la excusa de la grave situación económica financiera por la que atraviesa el país, en una actitud que en nada se justifica especialmente cuando se atenta contra los bienes ajenos o la propiedad privada. Grupos de personas, entre los que se encontraban algunos menores, incursionaron en conocidos comercios haciendo rememorar los meses de diciembre de 1989 y de 2001, épocas nefastas en la que los saqueos se hicieron moneda corriente en nuestro país justificados por una situación económica-social muy crítica. La situación que fue rápidamente controlada por las fuerzas de seguridad derivó en algunas medidas consideradas ejemplares, si se llegan a concretar efectivamente, como la de investigar a los principales actores de los saqueos para retirarles cualquier tipo de ayuda social que puedan estar recibiendo. Por otra parte dar con los auténticos responsables para determinar su procedencia y llegar a establecer si hay instigadores de este tipo de conducta, ya sea que provengan de sectores políticos, gremiales o de otras corrientes ideológicas. Lo importante es llegar a establecer las auténticas causas de los desmanes ante una situación del país que si bien es preocupante no alcanzaría todavía -según estiman los analistas sociales- la gravedad del caso como para promover este tipo de acciones, especialmente en una provincia como San Juan donde la calma social es una de sus principales características.
El otro tema que preocupa, el de los sabotajes a los sistemas informáticos, que se realizan mediante hackeos a computadoras o redes informáticas vinculadas a empresas o grandes comercios. Este tipo de intromisión está provocando numerosos problemas y cuantiosas pérdidas, en un momento en que la información que se almacena o se comparte es muy valiosa, o en la que por estos medios se manejan grandes sumas de dinero.
La Secretaría de Estado de Seguridad y Orden Público de la provincia, junto a organismos federales debe abocarse a investigar a la brevedad estos ilícitos, para tratar de determinar su origen ante la sospecha de que detrás de todos estos hechos hay organizaciones que están conspirando contra la calma social.
