Nuestra vida penetra sostenidamente en el mundo digital y en igual medida aumentan las preocupaciones sobre la seguridad y privacidad que debe garantizar Internet, muy cuestionada por la vulnerabilidad de un sistema que así como ofrece innumerables beneficios, también puede ocasionar daños irreparables en la salud psíquica y física de los chicos, absolutamente desprotegidos de las amenazas online. Las familias y la escuela deben reaccionar frente a los riesgos del servicio.
El calendario escolar de este año está a la vista. En los próximos días volverá el personal docente y de servicio a las escuelas de San Juan para preparar el inicio del ciclo lectivo el 6 de marzo venidero en todos los niveles y modalidades con sus respectivas modalidades. Teniendo en cuenta que las redes y muchos beneficios de la web están asociados a la educación, se impone que los docentes tengan los conocimientos y los elementos informáticos básicos para enseñar a sus alumnos buenos hábitos digitales, a partir de los 10 años.
Un estudio realizado por Google Latinoamérica revela que hay coincidencia de padres y docentes acerca de la necesidad de aprender desde esa edad la seguridad online e incorporar la materia en los chicos a nivel nacional. Sin embargo el 82% de los educadores considera que se necesitan más recursos para enseñar sobre seguridad digital y sólo el 21% cree saber lo necesario como para tratar el tema en las aulas.
Es que lo informático es complejo y si bien una maestra puede tener conocimientos sobre habilidades digitales, a medida que busca avanzar esa complejidad termina limitándola al abordar la privacidad y seguridad informática. El problema grave es evitar la exposición de los niños mientras navegan por Internet y están lejos del alcance de sus padres o de un adulto para controlarlos. El citado estudio dice que el 44% de los padres asegura que sus hijos vieron contenido inapropiado en la web y un 42% compartió información inconveniente en las redes sociales.
Los niños pecan de inocencia en materia de protección de datos, como las contraseñas y direcciones que facilitan la intrusión de desconocidos a la cuenta personal y obtengan toda la información que lleve a un ilícito. Por ello la necesidad de enseñar a los pequeños buenos hábitos digitales para estar siempre alerta ante los riesgos de la inseguridad que pesa sobre los usuarios.
Y la escuela, en sus diferentes etapas de aprendizaje, es la forma de tomar el control y defenderse de enemigos desconocidos, perversos y muy dañinos.
