Recordamos hoy la muerte de don José de San Martín, el 17 de agosto de 1850 en Boulogne-sur-Mer, Francia, donde se había radicado con su hija para asegurarle una buena educación y trabajar desde la distancia por nuestra independencia, tarea que lo ocupó hasta la ancianidad. No hay nada ni nadie que pueda objetar el calificativo de "Padre de la Patria+ en homenaje al compromiso para asegurar la libertad en las naciones que buscaban despojarse de la dominación española.

El Libertador falleció a los 72 años y de ellos sólo dedicó once de su adultez para concretar su obra emancipadora, desde el litoral y el norte argentino para seguir después con su plan continental en Chile y Perú, consolidando la causa americana. Fue el gran patriotismo del prócer el impulsor de los objetivos que inmortalizaron su nombre y la admiración mundial.

La creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, con el cual venció en la Batalla de San Lorenzo a los realistas y el reemplazo a Belgrano al frente el Ejército del Norte son hitos militares, pero San Martín era ante todo político y así participó en el derrocamiento del Primer Triunvirato, en la fundación de la Logia Lautaro, a favor de la independencia americana y su papel decisivo para declarar la Independencia en el Congreso de Tucumán en 1816.

En la Gobernación de Cuyo impulsó la educación, la agricultura, la industria y un sistema tributario equitativo, y llegar al pueblo para una participación decidida en los objetivos básicos, fueron algunos de sus cometidos antes de crear el Ejército de Los Andes a fin de proyectar el mayor propósito del ideario sanmartiniano.

La enorme capacidad de San Martín como estratega, al planificar la campaña de Los Andes para liberar a Chile y la incursión por el Pacífico hasta Perú, son temas que se desarrollan actualmente en las principales escuelas militares del mundo. Tal vez por este protagonismo la dimensión del Libertador se valore más en el plano militar, pero ante todo fue un político ejemplar, con coraje fundacional para alcanzar la Patria soñada, libre y soberana.

Por eso el ejemplo que los legó el Padre de la Patria involucra a una vida y obra magníficas en desempeño y ejemplo de patriotismo sin igual. Supo aunar los objetivos políticos con su enorme capacidad militar: emancipar a estas tierras del imperio español y del absolutismo, y negarse terminantemente a intervenir en las guerras civiles posteriores a la independencia.

La actual generación de argentinos deberíamos detenernos un minuto para reflexionar con profundo respeto y admiración por quien nos dejó un ejemplo de patriotismo para todos los tiempos.