Los veranos sanjuaninos se sucedieron en los últimos años con temperaturas extremas que marcaron récords en el territorio nacional y sirven de referencia para suponer que la ola de calor, consecuencia de la crisis climática, afecte a la provincia como ocurrió en el verano boreal en distintas regiones del mundo y en algunas con desastres sin precedentes. El calentamiento global es una realidad y en las zonas más sensibles se deben adoptar paliativos fundamentales.

Vivimos en un suelo semidesértico, sumado a una sequía atípica, y es necesario diseñar un plan de contingencia para soportar los meses tórridos mediante estudios para ejecutar las obras públicas necesarias y medidas políticas que ayuden a la población a mitigar las altas temperaturas, como puede ser una rebaja en la energía eléctrica para climatizar los ambientes, de la misma forma que se bonifica el gas a los usuarios en zonas frías del país.

La estrategia para enfrentar al próximo verano se debe resolver con el tiempo necesario tomando como referencia lo aconsejado por organismos internacionales, desde la ONU hasta el World Economic Forum, las recomendaciones de científicos y urbanistas aplicadas en países como Catar desde 2019, para mostrar los resultados en el Mundial de Fútbol del año que viene.

La OMS recomienda 9 m2 de área verde por habitante y, por otra parte, se debe observar el éxito de los "cool roofs" (techos fríos) la norma climática de California para reflejar la energía solar con menor gasto en aire acondicionado, o la proliferación de casas blancas en centros turísticos, caso del Mediterráneo o de la ciudad de Punta del Este en Uruguay, entre otros ejemplos.

En junio último Canadá vivió la llamada "cúpula de calor", un fenómeno de aire caliente atascado en las capas altas de la atmósfera que elevó la temperatura a 47,9 grados centígrados en la Columbia Británica, una región generalmente fría que provocó muertos y estragos como derretir el asfalto de las calles. Una referencia de que ningún lugar del mundo está a salvo del colapso climático.

Nuestra provincia es conocida a nivel nacional por las altas temperaturas promedio que se registran en la temporada estival y los recaudos, hasta ahora, han surgido solamente del sector privado sin que haya una acción oficial en este sentido. Ni siquiera la política existente en materia de arbolado público prevé la dura temporada o temporadas futuras ya que es evidente que la forestación en las zonas urbanas no se está realizando en las cantidades necesarias.

El número de días con temperatura superior a los 50 grados se duplicó en el mundo desde la década del 80, y se debe actuar en consecuencia. La ciencia ha desarrollado nuevos elementos y estrategias para afrontarlos, pero se debe actuar rápido para crear conciencia y la prevención ante esta amenaza real.