Los jóvenes que han abandonado sus estudios secundarios, o con dificultades económicas para completarlos, tienen una oportunidad que no deben dejar de aprovecharla gracias al convenio firmado por San Juan con la Nación para el alcance en la provincia de las Becas Progresar, un programa asistido por la Anses para ayudar a la finalización del ciclo secundario y fomentar el estudio de áreas estratégicas para capacitar personal.
El estímulo económico para alumnos de 16 y 17 años provenientes de grupos familiares con ingresos que no superan los tres salarios mínimos vitales y móviles, está disponible para todos los alumnos de la provincia con problemas para estudiar, incluyendo a quienes abandonaron las aulas perdiendo la escolaridad, para lo cual se exige una declaración jurada en el trámite que se hace en la Dirección de Juventudes hasta el 27 de este mes.
En un universo potencial de 20.000 alumnos secundarios de todos los departamentos de la provincia es importante informar cómo se pueden destrabar sus inconvenientes para mantener la regularidad de sus estudios básicos a fin de una certificación que les abra el campo laboral, pero también utilizar la beca para llegar a la educación superior terciaria no universitaria, o la formación docente, por ejemplo.
La flexibilidad del plan abarca a jóvenes extranjeros con residencia legal de dos años en el país y contar con DNI, de manera de evitar discriminaciones cuando se trata de atender necesidades básicas. La deserción escolar o la irregularidad para llegar a terminar la educación obligatoria es un impedimento para las nuevas generaciones que por razones económicas quedan estancadas. Peor los jóvenes señalados como "ni ni", porque no estudian ni trabajan.
Debe recordarse que en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas se indica en uno de sus objetivos que los países miembros deben garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover las oportunidades de aprendizaje durante la vida y para todos. Argentina, como firmante de ese compromiso universal, está plenamente comprometida en su implementación.
Deben sumarse, además, un adecuado financiamiento con recursos para las mejoras a docentes e infraestructura, particularmente en las zonas con más vulnerabilidad donde la deserción escolar es mayor o los aprendizajes no colman las expectativas.
