En marzo del año pasado a consecuencia de la proliferación de casos de Covid-19 en todo el país se dispuso el cierre del paraje Difunta Correa, uno de los centros turísticos-religiosos más importantes de la Argentina, visitado anualmente por más de un millón personas provenientes de distintos puntos del país y del extranjero. Con la reciente reapertura, bajo obligado protocolo han vuelto una serie de actividades, entre negocios de venta de regionales, kioscos y comedores, que han estado cerradas por más de 10 meses acusando las consecuencias de la inactividad y a las que ahora les está costando retomar el ritmo que tenían antes de la pandemia. 

Poco a poco la gente está comenzando a concurrir los fines de semana al oratorio y con esta actitud se está haciendo posible una insipiente reactivación económica que con el tiempo se espera sea muy interesante. No obstante para alcanzar niveles aceptables de recuperación económica, las autoridades de la Fundación Vallecito, dependientes del Ministerio de Gobierno de la provincia, deberán esforzarse por crear mejores condiciones no sólo para el turismo interno, que es numeroso, sino también para atraer una mayor cantidad de contingentes provenientes de afuera de la provincia. 

Mejoras integrales con algunos dispositivos como escaleras eléctricas, medios de movilidad internos dentro del complejo y zonas de descanso o relajamiento para la gente adulta-mayor son sólo algunos de los requisitos pensados en los promesantes. Para la gente que llega hasta este lugar para disfrutar de un momento en contacto con la naturaleza hay que seguir proveyéndoles lugares cómodos y dotados de una infraestructura básica paras el desarrollo de sus actividades recreativas. 

Más adelante habrá que seguir con los trabajos de forestación en todo el paraje y no descuidar las tareas de limpieza que se realizan en conjunto con la Municipalidad de Caucete. 

Dentro de la oferta turística habrá que tener muy en cuenta la proximidad de Semana Santa, que es cuando históricamente llega más gente hasta el paraje. Luego hay otras fechas importantes como la de la Cabalgatas de la Fe y la Fiesta del Camionero, que en años anteriores dieron lugar a masivos encuentros en un marco que es único por las características que tiene Vallecito. 

La reactivación económica es imperiosa, ya que en forma directa e indirecta hay cientos de familias que viven gracias a los servicios que ofrecen a los promesantes. Una fuente de recursos que no hay que descuidar y potenciar con algunos atractivos que convoquen a la gente.