El secuestro de armas más importante en la historia de nuestro país que concretó el miércoles último un comando especial de Gendarmería Nacional mediante la denominada "Operación Palak", reveló que desde hace tiempo la Argentina formaba parte de una red internacional de tráfico de armas, que ahora deberá ser investigada en profundidad para determinar sus orígenes, ramificaciones y el destino final que se le ha estado dando a ese material bélico. Lo otro que habrá que investigar es en qué forma actuaba en nuestro ámbito esta banda de traficantes, que podían mover miles de armas de gran poder, de un lugar a otro, sin que nadie sospechara lo que estaba ocurriendo.

Resulta inconcebible que nadie se haya percatado de esta acción que se estuvo cometiendo con total impunidad. También es muy curioso que el personal de Aduanas, AFIP y otros organismos involucrados en tareas de control de ingreso y egreso de mercancías, no haya advertido con la debida anticipación estos movimientos.

Las armas que eran ensambladas en nuestro país provenían de Europa. España las recibía de EEUU y luego eran trasladadas a Holanda donde se las embarcaba en el buque de bandera portuguesa ‘Palak” (de ahí el nombre de la operación de Gendarmería) hasta Buenos Aires. Desde esta capital se las distribuía a distintas provincias, como Córdoba o Río Negro, donde se las ensamblaba para luego enviarlas a Paraguay y desde ahí a su destino final, bandas de narcotraficantes de favelas brasileñas.

Más allá de lo asombroso que resultan las características y cantidad de las armas secuestradas, llama poderosamente la atención que entre los detenidos estuviera Ricardo Deisernia, alias "El Tuerto Richard", sindicado como líder de la banda de traficantes locales. Este personaje posee desde 2004 numerosos antecedentes penales vinculados al contrabando de armas, tanto en nuestro país como en EEUU. De todas formas Deisernia siempre se las arregló para salir airoso de las acusaciones, salvo cuando estuvo en la cárcel de Devoto, en 2004.

La última vez que estuvo involucrado con la Justicia fue en octubre de 2017, por el decomiso de una ametrelladora, caso que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia. Fue declarado en la causa como procedente, pero hasta ahora no ha sido indagado como hubiese correspondido.

Ante la detención de Deisernia se puede inferir que se ha dado con una pieza clave para dilucidar como actuaba la red. Es una persona muy conocida en el ambiente que, debido a sus antecedentes y características, debió haber estado mejor observada por los servicios de inteligencia.