El territorio argentino es responsable por un 0,7 por ciento de las emisiones de gases que contribuyen al calentamiento del planeta, o dicho de otra manera, anualmente cada uno de los habitantes de nuestro país arroja unas ocho toneladas de emisiones de efecto contaminante, según una última proyección sobre cálculos del año pasado. 

De acuerdo a estas estas estimaciones, cada nación debe hacerse cargo de las medidas tendientes a controlar el deterioro ambiental que alteran el equilibrio de los ecosistemas, y reemplazar las matrices energéticas altamente nocivas como las de generación térmica. Además, promover un cambio cultural adoptando conductas ecológicas para proteger el hábitat. 

A fines de 2015, al celebrarse la Cumbre de París, se anunció el proceso de la contribución a nivel nacional, donde cada gobierno presentó su proyecto ecológico. Ahora, al ratificarse los compromisos internacionales en el encuentro de Marruecos de la semana pasada, Argentina mejoró su propuesta para combatir el cambio climático mediante una revisión metodológica y más ambiciosa, al plantearse horizontes estratégicos para 2030, como achicar las emisiones de dióxido de carbono de 570 a 483 millones de toneladas. 

Ante este panorama político, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, reivindicó la creación del Gabinete Nacional de Cambio Climático, integrado por doce ministerios. En el plano global, en particular lo debatido en la reunión de Marrakech, se ha observado como muy positiva la decisión de la Argentina de ser protagonista en las discusiones ambientales al más alto nivel mundial, entendiendo que la protección de nuestra casa común es una tarea que exige políticas de alto impacto sobre esta cuestión apremiante. 

Según el inventario de Gases de Efecto Invernadero realizado en el territorio nacional, el total de las emisiones se divide en cinco sectores. El agro y la deforestación emiten un 44%, el área energética 27%, el transporte 13%, la industria el 12% y los residuos 4% en general. 

El programa de reconversión está en marcha con 47 ofertas por 2486 Mw de generación eléctrica a partir de fuentes renovables, previendo adjudicar antes de fin de mes unos 600 MW en proyectos de tecnología eólica y solar.