Por estos días el público consumidor no habla de otra cosas que del aumento del precio de la carne, dentro de un panorama que era previsible ya que durante el 2022 este producto sólo tuvo ajustes del orden del 50%, cuando la inflación anual alcanzó casi el 95 por ciento. Todo este margen, actualmente está en vía de recuperarse y es por eso que la gente se ha visto sorprendida por sucesivos aumentos que en enero pasado alcanzaron entre el 15 y el 20 por ciento, llevando, por ejemplo, a que en nuestra provincia el kilo de "punta de espalda" supere los 2.200 pesos.
En la opinión de los representantes de distintos sectores vinculados a la producción, al faenamiento y la comercialización de carnes, todavía falta actualizar valores que no se han aplicado para evitar que las ventas caigan abruptamente, sin que se logren subas con rentabilidad que es el objetivo que se busca.
Pero esta situación de reacomodamiento de precios, con subas que están determinando una disminución de la demanda, está siendo bien vista por los productores ganaderos que tienen en sus planes retener la hacienda, mediante la disminución de la oferta, para recuperar el número de cabezas de ganado. Problemas de sequía que afectan a todo el país, y la falta de forrajes como alimento para el ganado, representan los principales obstáculos para el sostenimiento de la hacienda. Es conocido que el proceso de parición y crianza de un novillo hasta su faenamiento puede llevar más de 2 años, tiempo mínimo que los productores necesitan para reponer la hacienda que luego ingresan al Mercado Agroganadero de Cañuelas.
Se considera que este período de recuperación, más allá de impactar en los bolsillos de los consumidores, es bienvenido por el sector ya que establece valores razonables con rentabilidad. Junto a este fenómeno local, a nivel internacional también se está experimentado una mejora en los niveles de precios que ha llevado a que sea muy bien recibida la noticia de que Argentina ha operativizado con México la apertura del mercado a la carne bovina, haciendo realidad la posibilidad de exportar hacia aquel país. Es de destacar que la Argentina, después de un período de cepo a las exportaciones de carnes, ha restableciendo mercados de exportación con la UE (Unión Europea), los Estados Unidos, China, Chile e Israel, entre otros.
El aumento en el precio de la carne que se sucederá de ahora en adelante, hasta alcanzar su nivel óptimo, tendrá una importante incidencia en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que representará un problema para el Gobierno ya que hasta ahora la carne estaba por debajo del precio del resto de los alimentos y permitía equilibrar el índice inflacionario. El juego de la oferta y la demanda hará que este mercado, que es de fundamental importancia para el país, se recupere sin necesidad de la intervención del Gobierno con medidas que por lo general son contraproducentes.
