A pesar de que ya se han hecho estimaciones de que el próximo ciclo a iniciarse en octubre comenzará con un 33% menos de agua en los diques siguen persistiendo en distintos ámbitos de la provincia los problemas concernientes a la falta de ahorro del recurso hídrico que se dispone. Es un hecho de que no sólo con reducir las hectáreas a regar o la cantidad de días en que habrá agua por los canales se alcanzará a lograr el ahorro necesario para sortear esta crisis hídrica que ya está provocando una megasequía sin precedentes en la provincia. El ahorro también pasa por evitar el derroche de agua potable en la vida doméstica o tareas que se realizan en los domicilios particulares, desde la higiene personal hasta la limpieza interna de las casas. También está el riego de jardines y de plantas y árboles, a los que no llega el agua de riego por los sistemas convencionales, es decir por la red de acequias o por las cunetas habilitadas para esta tarea.
Es necesario efectivizar este ahorro haciéndolo cada vez más riguroso porque es evidente que hay varios sectores de la comunidad que no entienden o no quieren entender lo grave que resulta esta sequía no sólo para el sector productivo, que se está viendo muy afectado, sino también para otros sectores de la comunidad entre los que se encuentran los usuarios habituales del servicio de agua potable.
Sigue haciendo falta una campaña de concientización a través de medios masivos sobre el adecuado uso que se le debe dar al agua en cualquiera de sus modalidades. Hay que hacer docencia sobre la forma de aprovechar el agua e inculcar en todos los sectores de la sociedad el uso racional y responsable de un recurso que está escaseando en gran medida, con graves consecuencias para la vida provincial. No se puede permitir que haya cañerías con pérdidas por las calles o surtidores en lugares públicos que no cierran debidamente y dejan escapar miles de litros de agua por día. No hay margen para seguir derrochando y es deber de las autoridades, más allá de las reuniones que se están realizando dentro del foro denominado "Mesa Permanente de la Gestión Integrada del Agua" destinada a planificar el recurso hídrico provincial, tomar urgentes medidas para intentar controlar el fenómeno de desabastecimiento que se está produciendo con diques que están trabajando con caudales que están por debajo del riesgo operativo, es decir un 33% menos del agua que se necesita para que opere en forma normal o segura.
La crisis hídrica es una realidad que hay que afrontar como tal y a la que se debe involucrar a toda la comunidad sin excepción, para poder subsistir en medio de un panorama que a corto plazo se ve bastante oscuro y que necesita el compromiso de todos los sectores.
