Otra histórica reanudación de relaciones diplomáticas se acaba de concretar entre Israel y Marruecos. De la misma forma que en agosto último el estado hebreo normalizó sus relaciones con Emiratos Árabes Unidos, en septiembre con Bahréin y octubre con Sudán, esta vez le tocó el turno a Marruecos. Como en los demás casos la intervención de Estados Unidos de Norteamérica, a través de su presidente Donald Trump, fue decisiva para que se concretara esta vinculación, en relación a que uno de los más fuertes condicionamiento del estado marroquí consistió en la restitución de su soberanía sobre el disputado territorio de Sahara Occidental, y para alcanzar ese objetivo necesitaba del apoyo norteamericano.

Las arduas negociaciones entre el rey de Marruecos, Mohammed VI y el presidente Trump para que este último firmara el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, tuvieron como condicionante de que Marruecos reanudara las relaciones diplomáticas con Israel, destrabando otro foco de conflicto que el estado hebreo tenía en la región desde hace mucho tiempo. De esta manera Israel suma un nuevo aliado que le permitirá fortalecer su posición en la región y establecer mejores vínculos en distintas áreas, fundamentalmente respecto al desarrollo comercial y económico.

Hay que tener en cuenta que Marruecos viene intentando obtener el reconocimiento de su soberanía sobre Sahara Occidental desde hace varias décadas. Esa zona corresponde a una excolonia española disputada por marroquíes y separatistas del "Frente Polisario” apoyados por Argelia.

Uno de los factores que incidieron para que Norteamérica apoyara las pretensiones de Marruecos es que este país fue uno de los primeros en reconocer en 1777 a Estados Unidos como nación libre e independiente, por lo que Trump sostuvo que había llegado el momento de retribuir ese gesto y hacer que su país reconociera la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental. También se consideró que la propuesta hecha por Marruecos de restablecer las relaciones diplomáticas con Israel es seria, creíble y realista, y que constituye la única base para una solución justa y duradera que asegure la paz y la prosperidad en la región.

El acuerdo para el reestablecimiento de relaciones entre las dos naciones abarca aspectos generales vinculados a promover diversas actividades entre ellas mayores vínculos comerciales a fin de fortalecer sus economías.