El cuestionado operativo de evaluación educativa realizado con alumnos de escuelas primarias y secundarias del país, que rechazaron los sindicatos del sector y activistas ideológicos, busca conocer la realidad de la educación argentina no desde el trabajo de la docencia sino de las políticas públicas que deben replantearse para alcanzar nuevamente niveles de excelencia.
Conocer cual es el estado de la educación es un punto de partida lógico a fin de revertir un deterioro creciente y manifestado en la deserción escolar. Según un informe de la Unesco, el ente de las Naciones Unidas para la cultura, la educación y las artes, sólo el 43% de los estudiantes argentinos termina la escuela media en tiempo y forma, mientras que países como Perú, con 70%, y Chile, con 68%, tienen los porcentajes más altos en América latina. También a contramano de lo que ocurre en la región, el abandono crece en las primarias argentinas, donde pasó del 5,1% en 2006 al 6,9% en los últimos años.

En este contexto. el futuro de cada chico dependerá, en gran medida, del lugar en que haya nacido o el tipo de escuela a la que haya asistido, de acuerdo a un análisis del Centro de Estudios de la Educación Argentina que muestra el nivel de abandono.

Señala que en las escuelas públicas la deserción duplica al de las privadas y que hay diferencias entre los distritos, de manera que los de mejores desempeños del país duplican la tasa de graduación de Misiones, por ejemplo, donde apenas el 30% de sus alumnos termina la secundaria en el tiempo previsto.

La situación de desigualdad social que se vive, volcada en los últimos datos del Indec, queda indicada en que el 25% más rico de la sociedad es el que tiene las mayores posibilidades de acceder a la educación, en contraste con el 25% más pobre, al que le cuesta más alcanzar a los métodos educativos y el proceso tradicional de escolarización.

Donde se reflejan las diferencias sociales, la falta de oportunidades y las desigualdades, es en el ámbito secundario, donde la adolescencia enfrenta los años de enseñanza más complejos saliendo a la luz los problemas. Para el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el 19% de los jóvenes en los primeros años del nivel medio y el 41% en los últimos años, no asiste a la escuela o está atrasado respecto de su edad.

De allí la importancia del Operativo Aprender como base para buscar una excelencia educativa sustentada en la aplicación de políticas inclusivas para dar a 1,4 millones de alumnos un futuro mejor.