Próximos a la temporada estival comienza en nuestro país la época de mayor riesgo de contraer el dengue, enfermedad infectocontagiosa transmitida por el mosquito Aedes aegypti, también conocido como mosquito momia o mosquito de la fiebre amarilla, que en los últimos años ha ido en aumento, con el riesgo que esto implica para la salud de la población. Pero uno de los aspectos más graves de esta epidemia se ha conocido hace poco cuando expertos del Conicet determinaron que hay ejemplares de este insecto que se han mostrado no sensibles a los insecticidas, lo que genera gran preocupación al momento de programar las campañas de fumigación previstas para los próximos meses.

En los últimos años, en promedio en la Argentina hubo 390 millones de infecciones por el virus del dengue, de las cuales 96 millones han tenido manifestaciones clínicas, es decir que han mostrado signos y síntomas.

Según la OMS durante la temporada 2022/2023 en el país hubo un incremento de casos del 47% respecto del brote epidemiológico registrado en el período 2019/2020. Un aspecto distintivo fue que en los últimos años la enfermedad se propagó desde regiones tropicales hacia zonas templadas. Ya en 2009 se detectó la transmisión autóctona del virus del dengue en toda la franja templada del centro de Argentina, encendiendo la luz de alarma en provincias como la nuestra, donde es aconsejable tomar todas las precauciones para evitar casos de dengue o chikunguña, el otro virus que transmite el mismo mosquito. Hasta ahora en San Juan no se ha registrado ningún caso, pero los equipos del Ministerio de Salud Pública se encuentran atentos ante cualquier novedad que surja.

Las mutaciones que están haciendo posible que haya mosquitos del dengue capaces de resistir la acción de los insecticidas que se utilizan habitualmente para combatirlos fueron anunciadas por un grupo de científicos del Conicet que ha publicado sus hallazgos en una revista científica (Parasites & Vectors). El equipo comprobó que en el Área Metropolitana de Buenos Aires y en al menos dos localidades de Salta y Jujuy hay mosquitos Aedes aegypti que ya tienen mutaciones genéticas que les confieren resistencia a los insecticidas más utilizados en la actualidad. En la zona centro del país los investigadores hallaron una mutación del tipo genotipo R1 que implica que todavía la mayoría de los mosquitos son sensibles a los insecticidas. Mientras que en el norte del país las mutaciones encontradas corresponden al genotipo R2 vinculada a una resistencia alta a la acción de los insecticidas.

El temor de no contar con insecticidas realmente efectivos para combatir el mosquito del dengue coloca al país en una situación preocupante. Ante esta situación la OMS y la OPS (organismo similar al primero con jurisdicción en América latina y el Caribe) recomiendan que se realice un manejo integrado de los mosquitos empleando todas las herramientas disponibles y no sólo insecticidas. Es decir una acción integral en contra de los mosquitos para evitar estos contagios que pueden llegar a ser letales.