Quienes han podido tener acceso a las imágenes satelitales aseguran que por las noches la ciudad pesquera que se ha formado en las proximidades del Mar Argentino, en el sector conocido como Agujero Azul, irradia tanta iluminación que se asemeja a la ciudad de Buenos Aires. Esa luminosidad proviene de al menos 270 buques pesqueros de distintas partes del mundo, que han sido localizados en ese sector aprovechando el vacío legal de las aguas internacionales y con el objeto de introducirse al Mar Argentino para realizar prácticas de pesca indiscriminada que ocasiona un grave daño al ecosistema marino.
En relación a esta situación existe una urgente necesidad de proteger el Mar Argentino mediante diversas acciones, entre ellas la de sancionar la ley para la creación de un Área Marina Protegida Bentónica en el Agujero Azul, la cual sería una primera medida para asegurar la protección del Mar Argentino, su rica biodiversidad y sus ecosistemas. La sanción de esta legislación está en manos del Congreso Nacional.
Por otra parte hay que tener en cuenta que este año los gobiernos de todo el mundo deben poner en consideración de la Organización de las Naciones Unidas el Tratado Global por los Océanos que permita la creación de una red de santuarios oceánicos en aguas internacionales, siendo el Agujero Azul parte de esa red.
Existen evidencias desde 2019 de que hay un descontrol pesquero al límite de la zona económica exclusiva (ZEE) argentina, donde se han observado ecosistemas marinos devastados, una gran contaminación de las aguas y una total desregulación de las actividades que allí se realizan.
La intensidad de la actividad pesquera realizada en forma indiscriminada amenaza el hogar de animales en estado frágil y en peligro de extinción que se instalan allí para alimentarse pero se ven forzados a convivir con depredadores insaciables como son los buques pesqueros, auténticas fábricas procesadoras flotantes.
Esta actividad tiene otro aspecto negativo y es el mal estado en que queda el suelo marino devastado y contaminado por residuos que son arrojados al mar.
De no implementarse urgentes acciones para evitar este atropello que se viene cometiendo desde hace varias décadas, los pesqueros seguirán llegando hasta el Mar Argentino ocasionando serios perjuicios medioambientales al tener por objetivo una pesca indiscriminada que no mide todo el daño que se está cometiendo.
