Si bien hay varios tipos de contaminación, la del agua, el suelo y el aire son las más preocupantes, ya que son las que determinan la calidad de vida en la Tierra. También se puede señalar que hay una contaminación acústica, lumínica, visual y térmica que también hay que controlar para generar mejores condiciones de vida. 

La contaminación ambiental ha sido definida como la presencia en el ambiente de sustancias o elementos dañinos para los seres humanos y demás ecosistemas. Estos contaminantes no siempre provienen de grandes focos como las fábricas o complejos industriales, sino que se ha comprobado que la contaminación más persistente y dañina es la que surge de las actividades diarias de la comunidad o de prácticas que los seres humanos no terminamos de desechar como arrojar en la vía pública todo tipo de residuo, sin que tenga como destino un adecuado tratamiento de reciclado. 

Dentro de la tarea de defender las condiciones ambientales del planeta no hay que dejar de lado los factores que están incidiendo en forma permanente en el deterioro de los ecosistemas y los hábitats naturales. Como lo ha señalado la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su informe anual ambiental, la deforestación a través de la tala indiscriminada de árboles y bosques es la principal causa del deterioro de los ecosistemas. Lo mismo ocurre con el vertido de desechos tóxicos y con alto contenido de plásticos en cursos de ríos que luego tienen como destino su desembocadura en los mares. En este sentido numerosas organizaciones ambientalistas han advertido sobre la elevada contaminación por plásticos en todos los mares del planeta, lo que está llevando a una situación insostenible, que difícilmente pueda revertirse. 

Hace unos días la minera Pelambres de Chile, que había dado lugar a la formación de una escombrera en territorio argentino con deshechos de sus actividades en plena cordillera, informó que en atención a evitar la contaminación que había provocado en la zona ya está a punto de terminar la tarea de limpieza encarada en el lugar. Un ejemplo de toma de conciencia de lo que significa afectar el ambiente con deshechos contaminantes. 

La contaminación de los recursos hídricos es un mal que con mucha frecuencia se da en nuestra provincia, donde se ha hecho un acostumbramiento arrojar residuos a los canales, como medio de evacuación de la basura, sin tener en cuenta el importante rol que cumplen para asegurar el riego de la producción. 

De no tomarse medidas drásticas en relación a estas transgresiones, que impliquen duras penas para los autores, la contaminación continuará en aumento afectando cada vez más recursos que son fundamentales para la vida humana.