Por contar con hornos de alta tecnología y materia prima de gran calidad, las caleras sanjuaninas están catalogadas entre las más importantes del país. Los métodos de calcinación que utilizan son de primer nivel, lo que hace que las cales locales sean altamente apreciadas por los sectores que tienen a este mineral no metalífero como base de sus respectivos procesos productivos. La siderurgia y la potabilización del agua son algunas de las actividades que emplean este producto que está saliendo de San Juan a razón de unas 300.000 toneladas anuales, con destino a Buenos Aires, Chile y Uruguay. 

En San Juan hay 6 empresas que concentran casi el 90% de la producción calera, el resto está en manos de pequeños propietarios de los denominados hornos criollos que, lógicamente, con el avance tecnológico del sector van camino a desaparecer. 

Los principales departamentos caleros son Sarmiento (Los Berros, Divisadero y Cieneguita); Albardón, (el Villicum); Zonda (en la Sierra Chica) y en Jáchal. El sector emplea a casi 3.000 trabajadores en forma directa y otros tantos en forma indirecta. 

Los problemas a solucionar por el sector para no perder competitividad y consolidar su desarrollo en base a las exportaciones están vinculados a los costos de las energías que consume, ya sea gas o electricidad. Las variaciones de estos servicios inciden directamente en el precio de la cal, y si estos se disparan se pierde terreno ante empresas caleras chilenas que están compitiendo en forma permanente. El sector no pide subsidios, pero sí que se baje o eliminen las retenciones, además de reducir la carga impositiva. Otro tema es el de la Ruta Nacional 153 que de concretarse permitiría el traslado desde Los Berros hasta Uspallata (Mendoza) para luego empalmar con el camino que conduce a Chile. Tras algunos estudios de costos, se ha comprobado que utilizando esa vía se logra un ahorro de 10 dólares por tonelada en el costo de los fletes.

La competencia con otras empresas de afuera de la provincia y del país, como la firma Cemento Bio Bio SA, de Chile, ha hecho que las caleras sanjuaninas hayan alcanzado un importante grado de avance tecnológico que ahora debe ser complementado con mejores condiciones para el sector, especialmente en lo que respecta a los costos logísticos. 

Hay que destacar que las inversiones en el ámbito de la producción de cal sanjuanina no se están haciendo en vano. Se proyectan con miras a incrementar ventas y ganar nuevos mercados como el de las nuevas tecnologías de los autos eléctricos que requerirán litio y cobre. En ambos casos la cal también estará presente en los proyectos de explotación de esos minerales.