La reciente celebración en nuestro país del Día del Periodista nos lleva a reflexionar sobre lo expresado por el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, monseñor John Patrick Foley en un discurso pronunciado en 2004. Según el prelado, hay tres principios que deben guiar a todo comunicador social: la verdad, la dignidad del individuo y el bien común. Foley señaló que si todos los comunicadores se guiaran por ellos, nuestro mundo sería un lugar más feliz.
Respecto de la verdad, gran parte del problema de la comunicación de noticias y del periodismo de opinión, tiene que ver con el apego o desapego a la verdad, ya que, por intereses diversos, deficiente formación profesional o simple descuido, abundan las comunicaciones que faltan a la verdad, la distorsionan o la evaden. En cuanto a la dignidad del individuo, hay que defender el derecho a la vida, a la familia, a la educación, a la salud y al trabajo, así como a la participación en la vida cívico-política.
Contribuir con el bien común representa que las comunicaciones deben también contribuir al bien de la comunidad y no dañarla moralmente o de algún otro modo.
