Mejorar la ecuación entre los costos de producción y valores de comercialización parece ser, en estos momentos, la clave para aprovechar el auténtico potencial que tiene la actividad olivícola de nuestra provincia, alentada a nivel mundial por una baja de los stock y por el reconocimiento de la calidad que siempre tiene la producción local. En la fecha en que se recuerda el Día Nacional de la Olivicultura caben señalar los pro y los contra de la actividad que si bien en la última temporada ha tenido una cosecha que puede ser considerada entre "media a baja", debido a problemas climáticos y de cuaje, los precios de los productos "se están moviendo hacia arriba" en medio de un panorama en que los costos de producción han aumentado considerablemente, a tal punto que en la actualidad cosechar 1 hectárea de olivo sale igual o más que el costo operativo anual del cultivo. En este sentido se está hablando de la mano de obra fija, el control de malezas, control de plagas y enfermedades, combustibles, energías y lo que se invierte en agroquímicos que este año están sufriendo sucesivos incrementos en su precio, especialmente los fertilizantes que han aumentado al doble del año pasado. Dentro de la mano de obra hay momentos en que escasea la que se necesita para la cosecha de aceitunas, lo que hace que muchos productores recurran a las máquinas cosechadoras con el inconveniente de que no siempre se consiguen y que los repuestos para su mantenimiento son escasos.

Un informe de la FOA (Federación Olivícola Argentina) difundido en estos días ante la proximidad del Día de la Olivicultura señala que en Argentina la actividad cubre un total de 86.000 hectáreas, de las cuales 26.000 son destinadas a aceituna de mesa; otras 43.000 hectáreas son destinadas a aceitunas aceiteras y 17.000 hectáreas a lo que se denomina "doble propósito". La producción total de aceitunas asciende en promedio a unas 300.000 toneladas, de las cuales 230.000 son destinadas a la elaboración de aceite y 70.000 a los rubros conservas o de mesa.

Hay que tener en cuenta que la exportación a granel de los productos olivícolas alcanza entre el 75 y el 80 %, por lo que el agregado de mano de obra podría estar en un mejor nivel para aprovechar en mayor medida este producto que tiene una muy buena aceptación en los mercados mundiales.

El potencial que San Juan tiene en materia olivícola se ve reflejado en que actualmente la Argentina ostenta el primer lugar de los países latinaomericanos productores de aceites de oliva Virgen Extra y séptimo a nivel mundial, y dentro del país nuestra provincia encabeza el ráanking con el 43 % del mercado. Cifras que hablan a las claras de que se trata de una actividad que merece el apoyo desde distintos ámbitos para que siga siendo rentable y generadora de mano de obra dentro del esquema agrícola local.