Desde que el Covid-19 comenzó a manifestarse en nuestro país, con los primeros casos de infectados y las primeras muertes que se sucedieron, los científicos argentinos no han dejado de proponer soluciones en diversos ámbitos, tanto para la producción de equipamiento e insumos médicos, como para el desarrollo de aplicaciones de las distintas terapias que se están ensayando en espera del pico máximo de contagios.
Todos estos esfuerzos están siendo coordinados por la Unidad coronavirus Covid-19, conformada a mediados de marzo por el Ministerio de Ciencia y Técnica, el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. El objetivo de esta unidad operativa es establecer las líneas de acción para que los investigadores argentinos se enfoquen de manera estratégica en la producción de posibles soluciones a los distintos problemas que van surgiendo a medida que el virus avanza en forma de pandemia por todo el país y el mundo.
Si bien la Unidad coronavirus se conformó hace menos de un mes, los responsables de su funcionamiento aseguran que la comunidad científica argentina ya venía analizando como avanzaba la pandemia y que por eso la reacción fue inmediata. Hay una creencia de que los trabajos científicos son procesos que se desarrollan a largo plazo, pero en esta ocasión, la emergencia obligó a actuar de otra manera.
En cada una de las áreas que está abordando la Unidad coronavirus hay ejemplos de los avances que se han logrado en tan poco tiempo. En materia de diagnóstico, investigadores del Conicet están muy cerca de producir test serológicos. En este proceso intervienen tres empresas nacionales dedicadas a la fabricación de tests para la detección de virosis y el Instituto Malbrán que aporta las muestras para el desarrollo.
Respecto del asesoramiento al Poder Ejecutivo, los científicos están trabajando en modelos para determinar el comportamiento de la gente durante la cuarentena y el impacto socioeconómico de la pandemia.
En relación a los insumos hospitalarios, se trabaja en conjunto con una empresa de Córdoba que es la mayor fabricante de respiradores del país. A esta industria se la está apoyando a través del INVAP con aquellos materiales de importación que actualmente son difíciles de obtener.
Hay otros tantos avances en el área salud, más allá de los promovidos por la pandemia, que el Ministerio de Ciencia y Técnica deberá seguir apoyando en beneficio de la medicina, como lo debió haber hecho siempre y no como una medida extraordinaria en respuesta a la crisis que está afrontando el sistema de salud del país.
