Cerca de un millón de surcoreanos se manifestaron hace unos días solicitando la salida del cargo de la presidenta Park Geun-hye. El motivo por el que piden la dimisión de la mandataria es por haber posibilitado el enriquecimiento ilícito de una amiga llamada Choi Soon-sial, a través de una maniobra en la que han intervenido empresas inexistentes o fantasmas. 

Se trata de la tercera y mayor protesta, organizada por unas 1.500 organizaciones civiles y partidos políticos de oposición, con la que la ciudadanía de Corea del Sur pretende solucionar este grave problema de corrupción que ha hecho que los niveles de aprobación de la presidenta de esta nación bajaran al 5 por ciento. 

Conforme a lo que se conoce, en un caso muy similar a la historia reciente de nuestro país, la amiga de la presidenta aprovechó su cercanía para lograr que empresas vinculadas al Estado donaran recursos a diversas organizaciones, para después dirigir una parte de esos fondos a empresas "fantasmas" de su propiedad radicadas en otros países, principalmente en Alemania. Hay que tener en cuenta que la involucrada no ostenta cargo público alguno y que es hija de la fundadora de una secta conocida como "Iglesia de la Vida Eterna" que en los últimos años se ha encargado de asegurar que la mandataria hable personalmente con su madre, asesinada en 1974, en una práctica esotérica. 

El pueblo surcoreano está haciendo todo lo posible para esclarecer esta maniobra, poniendo como condicionamiento la urgente renuncia de la presidenta. Por el momento ya ha renunciado a sus poderes, lo que facilitará el proceso de investigación que esperan sea más efectivo que el de Argentina.