Un excustodio de seguridad del casino provincial, que tiene 44 años, fue condenado ayer a 10 años de cárcel por abusar de dos hijas: a la mayor, de 12 años, la violó reiteradas veces; a su hermanita, de 9, sólo alcanzó a manosearla. La pena fue impuesta por el juez Eugenio Barbera, que así ratificó el acuerdo de juicio abreviado que el imputado logró a través de su defensor, Nicolás Gómez Camozzi, con la fiscal coordinadora, Valentina Bucciarelli, y el ayudante fiscal Nahuel Ibazeta (UFI Anivi).

Los hechos habían sido denunciados el 15 de octubre del año pasado. Fue después de que la mayor de las nenas se contactara por teléfono con su abuela materna y le dijera que había visto a su padre manosear a su hermanita y que a ella también la atacaba sexualmente.

En el Anivi, ante psicólogos, la niña detalló que a ella comenzó a manosearla a los 7 años, que a los 8 empezó violarla y que los ataques no cesaron hasta el día en que se animó a contárselo a su abuela. Generalmente la agredía al volver de su trabajo, en la madrugada, cuando todos dormían. Además, la nena relató que su papá era violento con su madre y todos en la casa, dijeron fuentes judiciales.

Acorralado por la evidencia, el imputado decidió, junto con su abogado defensor, que lo mejor era evitar el desgaste de un juicio común (era el próximo paso procesal) y por eso acordó con Fiscalía admitir los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal reiterado contra la mayor de sus niñas, y abusos simples contra la menor (todos agravados por el vínculo, la guarda y la convivencia). Y aceptar la condena que finalmente le impuso el magistrado, dijeron fuentes judiciales.