Con gran talento, a sus 46 años, Griselda Siciliani no defrauda. Puede sumergirse tanto en el drama como en la comedia. Así, este año, se convirtió en Zulema para la biopic Menem dirigida por Ariel Winograd para Amazon Prime Video, en la pantalla grande estrenó Descansar en paz, un oscuro thriller con Joaquín Furriel de Sebastián Borensztein. Y, como si fuera poco, después de Sugar, regresó al teatro con Felicidades, título en el que por primera vez comparte escena con su expareja Adrián Suar, padre de su hija Margarita.

Además, en todo lo que hace, se permite dejar entrever su militancia por los derechos de la mujer. Así, Envidiosa le planteó el desafío de ponerse en las vestiduras de una mujer con terror a llegar a los 40 años, soltera y sin hijos, una de las imposiciones de la sociedad.

En referencia a ese tema, en una entrevista con Urbana Play con Andy Kusnetzoff, ella reflexionó: “Hay una presión sobre las mujeres de a cierta edad ser madres’, haciendo referencia a los mandatos sociales que afronta en la propuesta como, por ejemplo, el reloj biológico.

“Cuando hago el ejercicio de recordar qué fue lo que me convocó a hacer este proyecto, el personaje fue algo vital. Es la heroína de la serie pero hace todo mal, es políticamente incorrecta’, aseguró en La Nación afirmando que “todavía falta mucho’ para lograr la equidad de género en la industria, una lucha presente en la apuesta que alcanzó el top 5 de las más vistas de habla no inglesa en Netflix que anunció su segunda temporada generando expectativas.

Tips
Su versatilidad quedó de manifiesto desde su desembarco en la TV en producciones como Sos mi vida, Patito feo, Para vestir santos, Los Únicos, Farsantes y Educando a Nina, donde cumplió un doble papel que quedó en la retina de los espectadores