“Me fui antes del corralito porque mis padres me motivaron a seguir creciendo en el extranjero, siempre y cuando se pudiera, claro’, dijo Nicolás Herrera, quien hace 24 años se radicó en Europa. Atravesado por emociones que lo remontan a sus inicios con la guitarra a los 12 años, a los primeros shows profesionales y su actividad docente en San Juan -tal como rememoró en diálogo con DIARIO DE CUYO, el músico protagonizará el próximo sábado un concierto en la salita de IOPPS, en formato trío junto a pilares locales como Santiago Molina en batería y Marcelo Laspiur en bajo con quienes repasará clásicos del jazz universal.

“Cuando dejé San Juan ya hacía rato me dedicaba a la música con todo, estaba en un gran momento. Incluso antes de irme del país había estado unos cuantos años en Córdoba donde progresé con la guitarra y el jazz, algo que me gustó desde la adolescencia. Y cuando volví a la provincia comencé a tocar y a dar clases de guitarra a alumnos, que hoy veo que se convirtieron en grosos y es un orgullo. Con la primera banda profesional que estuve y que nos pagaban por tocar fue con Antología en Signos, un gran aprendizaje. Y después en el Tito Oliva Quinteto, con grandes músicos de una generación anterior a la mía. Tocaba, enseñaba y estudiaba un montón’, manifestó el guitarrista sobre la época previa a su partida.

“Mi intención y mi sueño eran viajar a Estados Unidos con una media beca que gané para estudiar en Berklee, Boston, pero fue complicado obtener el resto del dinero para la estadía y los traslados y no se pudo’, subrayó el concertista al que, finalmente, en 2000 le salió la oportunidad de viajar a Barcelona, donde se estableció 15 años y se graduó en Interpretación de Guitarra Jazz.

A partir de ese momento, a Nicolás se le abrieron las puertas para trabajar a bordo de cruceros en Australia, a cargo de un equipo de músicos. “Yo los coordinaba, esa era mi tarea en cada viaje’, explicó.

“Empecé a vivir entre Barcelona y Australia y así fue durante 5 años. En uno de los barcos conocí a mi mujer, trabajando juntos pero en distintas actividades y vivimos un par de años en Sudáfrica. Cuando llegó el Covid, estábamos en Barcelona con mi familia y por la cuarentena, la ciudad estaba muerta, sin trabajo para nadie. Por esa razón decidimos movernos a Inglaterra’, recordó quien, sin posibilidades de avanzar en aquella Barcelona detenida en el tiempo, subrayó que “con mi mujer hablamos con gente conocida y amigos que teníamos allí. Ellos nos echaron un cable y pudimos arrancar de nuevo’. “Así es que hace 4 años estamos en Londres, donde poco a poco la cosa empezó a moverse. Fui a la universidad para sacar el título en magisterio y allá me dedico profesionalmente a la docencia. Por supuesto que también toco cuando se puede. Pero es todo bastante diferente a la onda que puede haber acá, no hay tantos toques pero estamos conectados siempre’, se explayó, satisfecho por todo lo vivido y aprendido en todos esos años tan lejos de su hogar paterno, pero siempre con el corazón prendido a sus raíces.

En la actualidad, luego de un largo paréntesis de 9 años, retornó por fin a su tierra natal con su esposa y sus dos hijos: un nene y una nena, todos por primera vez, para que conozcan a su madre, a su hermano y a sus dos hermanas.

“¿Cómo es volver a San Juan? Es muy positivo. Siempre es muy lindo ver el progreso, su crecimiento, las nuevas generaciones y los músicos que aparecen en la escena. Es muy grata la sensación de encontrarme con amigos y conocer gente nueva. Es muy bueno ver las propuestas que siempre hay acá, en comparación con otros lugares que tienen más infraestructura y soporte económico, quizás, pero carecen de creatividad artística, cosa que acá eso es buenísimo. Ver los nuevos talentos que surgen en San Juan es un flash. El nivel de creatividad en Argentina y acá en particular, es impresionante’, sostuvo el guitarrista y apasionado por el jazz, orgulloso del arte que observa que florece en su país en cada vuelta.

Y como ingrediente extra, admitió que está feliz de poder organizar un recital junto a colegas que quedaron en la provincia y lo destacó con énfasis.

“Reunirme a tocar con amigos es como estar en casa. Hicimos una jam el martes, como invitado, pero el toque del sábado será inolvidable’, añadió sensibilizado por lo que representará para él ese recital, apenas unos días antes de volver al Viejo Continente.

Dato
El concierto será este sábado a las 21 hs en la salita de IOPPS. Tickets: $6000 en passline.com y en boletería de 9 a 13 hs