Es, dos, unoà Van Aert. El sábado se clasificó tercero en la contrarreloj inaugural de Lisboa. El domingo, segundo en el primer sprint en Ourém, que le permitió vestirse de rojo. Y ayer, por fin fue vencedor en Castelo Branco, parcial donde el argentino Eduardo Sepúlveda (Lotto Dnsty) arribó en la 125 posición (a 1m08s) y bajó un puesto en la clasificación general, ahora está 129, a 2m44s. del portador de la malla líder.

La progresión perfecta en Portugal para el belga al que le ha costado mucho levantar los brazos esta temporada, no lo hacía desde su triunfo en la clásica Kuurne-Bruselas-Kuurne, en febrero. En el medio está el bronce en la crono olímpica y un par de podios en el Tour de Francia.

Ayer se reencontró con su vieja amiga, la victoria. Y lo hizo en un parcial que fue un calco del anterior. Mismos protagonistas en la fuga del día, y mismos embaladores luchando por el triunfo parcial.

El Kern Pharma y el Euskaltel metieron en la aventura del día a los mismos protagonistas de la etapa anterior, Ibon Ruiz y Luis Ángel Maté, a quienes se agregaron sus compañeros de equipo Unai Iribar y Xabier Isasa. El ataque, en perfecta armonía, llegó bastante más lejos, hasta que Isasa fue capturado faltando 20 km.

Hoy se disputará la primera etapa de montaña, con final en el Pico Villuercas, 14,6 kilómetros al 6,2 por ciento de desnivel, después de subir el Piornal y Miravete. No es gran montaña, pero se le acerca. Un importante test para medir a los grandes favoritos de la ronda española, con Primoz Roglic al frente.