-Hace 6 meses, usted expresaba su preocupación por la obra pública sin fondos nacionales. Hoy, San Juan tiene invertidos unos $75.000 millones de fondos propios en reactivación de obras. ¿Qué pasó en el medio?
-Fundamentalmente, San Juan tomó un camino de austeridad, de no generar gasto innecesario. Había una enorme crisis económica y financiera cuando comenzó el año, que surgió en la capital argentina y llegó a todas las provincias. Entonces en San Juan tomamos una medida fuerte en materia de eliminación de cargos políticos y de cargos directivos, desafectamos personas que no estaban nombradas como corresponde. Había que administrar prioridades, y para nosotros fueron educación, salud, seguridad, y empezar a debatir cómo diversificar nuestra economía y tener resultados positivos en el mediano y largo plazo, cuando la Nación estaba restringiendo fondos. Yo no cuento con transferencias discrecionales como había antes, no cuento con fondos de conectividad docente, no cuento con subsidio al transporte, no cuento con muchos programas que estaban vigentes en el orden nacional y que se suspendieron.

-San Juan siempre ha sido muy naciondependiente…
-Sí, como todas las provincias, y parte de eso fue la obra pública. ¿Qué es lo que hicimos? Logramos que en vez de que nos quitaron toda la obra pública, como pasó en muchas provincias, hiciéramos muchísima gestión para conseguir buenos acuerdos. Así logramos que parte de las obras, como las escuelas, las terminaban ellos y otra parte nosotros.

-¿Por qué cree que llegaron a esos acuerdos con Nación, aun cuando el presidente Milei sigue cuestionando la naturaleza de la obra pública?
-Entendieron que San Juan era una provincia seria en el momento de hacer la obra pública, porque para mí la obra pública es esencial, porque tiene que ver con mejorar la calidad de vida. Terminar una escuela, terminar una casa, que haya un lugar para la gente, que haya oportunidades, que haya un mejor lugar para que nuestros hijos se puedan educar. Terminar un camino que une un pueblo con otro, o que llegue una ambulancia, para mí es fundamental. Y además, conservamos empleo y generamos nuevas fuentes de trabajo.

-¿Qué obras sanjuaninas reactivadas en 2024 destaca por sobre el resto?
-Al principio parecía imposible, pero logramos el objetivo de llegar a más de mil viviendas. Terminamos los acueductos, una obra esperada por 30 años en Valle Fértil. Y en materia de salud se compraron tomógrafos. Pero también se restauraron escuelas, se hizo el primer programa provincial de pavimentación urbana con 12.000 millones de pesos, y el 100% lo puso el Gobierno provincial.

-Antes la provincia ponía la mitad y cada municipio la otra mitad.
-Exacto, en la anterior administración, el 50% de los fondos lo ponía la provincia, el 50% lo ponía la municipio. En un momento difícil, decidimos avanzar y ayudar para que no se cortaran las obras. Para eso hicimos un enorme ajuste: San Juan está entre las provincias con mayor recorte de gasto público. Y en la Nación pasó lo mismo. Gracias a eso se puede hacer todas estas obras. Y bueno, vamos a seguir trabajando de la misma forma, con el mismo objetivo, que es poder llegar a que la gente tenga mejor calidad de vida. A pesar de la crisis, el nuestro fue el primer gobierno que reabrió la obra pública. Fue el primer gobierno que bajó un impuesto, el automotor. Fue el que puso líneas de crédito inéditas por más de 50.000 millones de pesos, cuando ni siquiera a nivel nacional había líneas de crédito así.

-Cuando asumió, la macro era un desastre; a los seis meses, intentaba encaminarse. Hoy los números oficiales hablan de una recuperación en el país…
-Es que se ha hecho ajustes brutales. Primero el tema de dejar de emitir, y eso ha logrado que la Argentina tenga 1,5 puntos de superávit. Después el Gobierno salió a cubrir al Banco Central con más de 20.000 millones de dólares. Después tuvieron la posibilidad de ordenar las Lelic, lo cual le dio apertura al crédito. Y hoy en el país tenemos una inflación de 2,4%.

-A lo que iba es que con esta nueva macro, ¿cuánto margen hay de previsibilidad para el año que viene y para el siguiente inclusive?
-Lo que veo yo, es que el presidente va a seguir en su misma línea y no negociará la estabilidad fiscal. Lo que sí, bueno, esperemos que el año que viene la Nación pueda proceder a generar algún tipo de obra pública, porque hay competencias que tiene sólo la Nación. Yo tengo fe en que se van a ir abriendo las puertas.

-¿Usted cree que puede volver la obra pública con fondos nacionales?
-Yo creo que en algunos lugares va a ser inexorable que el presidente por lo menos considere retomar la obra pública. No sé si lo va a hacer, pero por lo menos va a tener que considerarlo, porque si no, no va a haber producción. ¿Cómo se puede producir con una ruta nacional rota? Yo creo que es un debate que se va a abrir en algún momento, porque es una competencia de la Nación.

-¿Y el sistema público-privado, “a la chilena” como dice Milei?
-Hay lugares del interior del país donde es imposible generar un sistema a la chilena. Es muy difícil. No podemos poner un peaje en alguna localidad de Jáchal, por ejemplo, o en un pueblo de Calingasta. Yo tengo muy buena relación con todos los funcionarios nacionales y muchos de ellos comparten mi opinión de que el día de mañana se puede reactivar algo.

-Se viene un año minero denso, interesante, con muchas DIA ya otorgadas, los proyectos más grandes de cobre del país del mundo están acá en San Juan. Usted ya ha viajado mucho, se formó la mesa de cobre. ¿Cree que esta curva va a seguir?
-Yo creo que ha dado resultados. En el año que llevo de gobierno, me tocó ir al Parlamento Alemán, después a la Unión Europea. En la última Cumbre de Metales, el cobre ocupó un amplio contenido de todo el programa. Y el tema más importante de todos fue la conversión energética. En ese marco, la Mesa del Cobre, que tuve la oportunidad de presidir, ha puesto a San Juan en la agenda internacional.

-Y en este momento, en ese mercado el cobre es más importante que el litio.
-El litio es muy importante, pero el día de mañana puede ser reemplazado por otra sal. Pero el cobre difícilmente se puede reemplazar por otro mineral: como electroconductor, es el número uno. Y bueno, está en la agenda del mundo. Entonces hay que salir a plantear una posición, porque el mundo necesita saber si la Argentina tiene lo que hay que tener para venir a invertir. Que ahora sí se está dando, porque se aprobó el RIGI, que viene a mejorar la Ley de Inversiones Mineras, y además hay una clara política de Estado marcada en uno de los puntos del Pacto de Mayo, referido a la explotación responsable de los recursos naturales. Estas cuestiones marcan una seguridad jurídica.

-¿Cuándo cree que la minería del cobre va a empezar a mostrar movimientos concretos en la economía sanjuanina?
-Uno tiene que empezar a administrar expectativas, porque esto no es de un día para el otro. Pero, por ejemplo, la fusión de Lundin y BHP muestra que las mineras más importantes del mundo vienen a San Juan para empezar a producir, y tienen un cronograma que cumplir. Otro hecho claro fue el proyecto de inversión de Gualcamayo, de $1.000 millones con el RIGI.

-A nivel político, ¿qué expectativa tiene con la reforma electoral que envió a la Legislatura?
-La ley de Lemas es un sistema viejo, obsoleto, que no tenía nada que ver con la realidad, que se hizo solamente porque beneficiaba sólo a un espacio político. No se pensó en la gente y eso dio resultados negativos, terminó fracasando. Queremos ir a un sistema que sea más transparente, más eficiente, creemos que la boleta única del papel podría ser la más indicada.

-¿La sociedad sanjuanina está preparada para votar con boleta única?
-Todas las sociedades están preparadas: Córdoba, Mendoza, la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe. Con esta nueva ley no estoy pensando si nos conviene o no, sino que de una vez por todas San Juan dé ese salto institucional tan importante que tiene que tener. A los sanjuaninos nos conviene vivir en un lugar donde el sistema sea más transparente, con ahorro de dinero y tiempo, más sencillo para la gente.

-Su primer año de gestión estuvo identificado con superar la emergencia y reactivar la obra pública, ¿cuáles son las tres o cuatro metas que usted se pone para el final de 2025?
-Primero, seguir conservando lo que tenemos, diversificar siempre la economía, y tener muy claro nuestra matriz productiva para poder crecer. Sabemos que tenemos que apostar a la minería, a la energía renovable, pero también a nuestra producción. Y apostar al turismo, que es fundamental también, porque tenemos recursos naturales que son hermosos, pero también tenemos que crear un mecanismo para que nos vengan a visitar, no solamente vengan por uno o dos días, sino que se queden. He hablado con el embajador de la Unión Europea, vamos a hacer una reunión con embajadores de distintos países y vamos a concertar una agenda de lo que queremos para San Juan.

-¿Cuándo se reúnen?
-El año que viene en la FITUR (Feria Internacional del Turismo), en Madrid. Yo no voy a poder asistir porque ya tengo otra agenda, pero va a ir el ministro del Turismo, Cultura y Deportes, y también la secretaria de Turismo. Es muy importante poner a San Juan en un escenario de turismo internacional.

-¿Cuál es su propio balance de 2024?
-Yo siempre digo que el balance lo hace la gente. Ha sido un año con una crisis tremenda que ha afectado a toda la Argentina. Pero San Juan es una provincia donde en los momentos difíciles, al estar unidos, los sanjuaninos hemos podido surfear situaciones de la crisis. Gracias a Dios, insisto, las cosas buenas que nos pasaron, fueron también gracias al esfuerzo que hace cada uno de los sanjuaninos día a día. Es muy importante mantener el orden financiero; no significa que estemos tirando ni un poquito de manteca al techo, pero soy muy optimista de que a medida que va pasando el tiempo, con los indicadores nacionales y con todo el esfuerzo que estamos haciendo, cada día será mejor para San Juan.