La historia del boxeo, aunque de manera injusta para el resto, la escriben los pesos pesados. Desde Jack Johnson, el primer monarca de raza negra, pasando por Jack Dempsey, el que venció a nuestro Luis Ángel Firpo; Joe Louis, y Muhammad Ali; el monarca de todos los pesos adquirió el estatus universal del “hombre más fuerte” del orbe.
Desde la tarde del sábado pasado en Argentina, entrada la madrugada en Riyadh, capital de Arabia Saudita, donde se realizó la pelea; el ucraniano Olexandr Usyk, que venció por puntos en fallo dividido al británico Tyson Fury, es el único, absoluto e indiscutido rey de los completos. A las tres coronas que tenía (AMB, OMB y FIB) agregó la del CMB que ostentaba hasta entonces el gigante inglés.
Usyk, fue campeón olímpico medio pesado en los Juegos de Londres 2008. Posteriormente edificó una campaña profesional que le permitió coronarse campeón de los cruceros OMB (Organización Mundial de Boxeo) en su noveno combate. En su décimo tercer “salida” al ring capturó el cinturón del CMB (Consejo Mundial de Boxeo), posteriormente, el 21 de julio de 2018 venció en Moscú al ruso Murat Gassiev y le arrebató las coronas de la AMB (Asociación Mundial) y de la FIB (Federación Internacional).
Usyk se suma como “Indiscutido” a Canelo Álvarez (supermediano) y Naoya Inoue (supergallos)
Defendió en una ocasión los cuatro cetros de la división de las 200 libras (90,719 kg) y se enfocó en hacer historia entre los pesos pesados. En su pelea 19 venció en Londres al británico Anthony Joshua y capturó los cinturones de la AMB, OMB y FIB. Hace tres días en la nueva Meca del boxeo, construida con los petrodólares árabes, cedió en el negocio, cobró sólo el 30 por ciento de la rentabilidad (42 millones de dólares), subió al ring y venció a Fury, quien se llevó más de 100 millones.
Cuando subió de categoría, todo el mundo sabía de sus virtudes técnicas, pero dudaba de su potencial físico. Es lo que ahora se llama un pesado “chico”, de 105 kg; el sábado pasado dio ventaja de 18 cm de altura (el mide 1,88 y su rival 2,06 m) y de 13 kg. de peso (acusó 105, contra 118 kg), a pesar de ello impuso su estrategia y ganó de manera magistral.
Su triunfo lo dedicó a su pueblo, que está en guerra. “¡Los ucranianos golpean duro! Y al final todos nuestros adversarios serán vencidos”, reaccionó en la red social Telegram el presidente Volodimir Zelenski, destacando su triunfo.