FOTOS DANIEL ARIAS
El público sanjuanino leal seguidor de la Camerata San Juan celebró con aplausos un espectáculo vibrante y melodioso que se vivió ayer en la sala mayor del Teatro del Bicentenario. En el marco de la finalización de la temporada 2024, la orquesta instrumental dirigida por Pablo Grosman, propuso una atractiva y vistosa puesta en escena que incluyó imágenes de video, canciones emblemáticas de la música popular y coreografías coloridas. Bajo el nombre de Noche de Navidad en el TB, el ensamble proyectó el espíritu navideño con una fuerte impronta local y que apelaba a la nostalgia. Vestuarios llamativos, ritmos alegres y ambientaciones que generaban un clima de intimidad en algunos de los cuadros, fueron los puntos fuertes que tuvo el show. La apertura fue puntual y tuvo como arranque el tema principal de ‘Los Siete Magníficos’ del compositor de cine Elmer Bernstein, de la mano de la Camerata, que incluyó en sus filas a la orquesta juvenil de la Orquesta Escuela de San Juan. Luego, La voz de Flor Carmona impuso en el escenario una rotunda presencia con la interpretación del villancico navideño ‘Noche de paz’ y cuando la compañía Riveros-Luna hizo su aparición, el cuadro alegórico transportó al público al recuerdo de aquellas casonas viejas de antaño y amplio patios, donde la cena familiar de nochebuena despertaba múltiples sentimientos bajo el ritmo de ‘Corazón’, una clásica composición cuyana de Saúl Quiroga. Posteriormente, ‘Zona de promesas’ un hit de Gustavo Cerati, tuvo una interesante versión a cargo de las voces de Juanse Arano, Melisa Quiroga, Ania Banchig y Flor Carmona, más la intervención de la pareja de solistas en danza de Sofía Usin y Fernando Muñoz. Este cuadro fue otro de los momentos ilustres y que generó contundentes aplausos de los espectadores, hasta gritos de ‘¡Bravo!’ se escaparon de parte de varias voces anónimas entre la multitud. Mientras que el cuadro de ‘Libertango’, un clásico muy conocido de Piazzolla, también fue del agrado de la platea. Fueron varios los que acompañaban con movimientos ligeros del cuerpo el ritmo brindado por las cuerdas de la Camerata.
La velada culminó con el famoso Jingle Bells y recibiendo después una ovación apabullante de todo el público que se retiró del teatro con el corazón contento y animado con energía navideña en su interior.
Danza, música instrumental, imágenes proyectadas y canto, todo puesto en la parrilla. El show de la Camerata fue compacto y entretenido.