Los rencores y las broncas entre dos familias del barrio Sierras Moradas, en Rawson, trepan de nivel en cada cruce, con un desenlace por ahora imprevisible, aunque ya con un saldo en víctimas, como una chica de 15 años que recibió dos puntazos en el costado de su abdomen el último 4 de julio en la tarde, cuando salía de su clase de educación física y fue sorprendida por tres sujetos. Ahora, el fiscal coordinador, Francisco Micheltorena, y el ayudante fiscal Sebastián Gómez (UFI de Delitos Especiales), le plantearon al juez Gerardo Fernández que a pesar de no haber sido graves las heridas sufridas por esa menor, la situación debe calificarse como tentativa de homicidio. Y que a ese delito debe aplicársele el agravante de la violencia de género, porque no es la primera vez que esa adolescente es atacada por el mismo sujeto, su vecino Axel Ariel Muñoz García (18).
Así, enumeraron dos hechos de amenazas agravadas por el uso de un arma blanca que se investigan en dos juzgados del viejo sistema procesal mixto. Otra denuncia en una UFI Anivi, en la que un juez le imputó a Muñoz exhibiciones obscenas contra la misma jovencita y le prohibió acercársele a menos de 50 metros.
Una cuarta denuncia por incumplir esa orden judicial y, de paso, concretar nuevas amenazas con un cuchillo y pedradas contra su casa el pasado 2 de julio: “Los voy a matar a todos, Pollo, y a tu hija (la menor), la voy a matar en la escuela, ahí va a estar regalada”, les dijo ese día, exhibiéndoles un cuchillo, según la denuncia de la madre de la adolescente.
El quinto ataque atribuido a Muñoz fue la concreción de esa amenaza, dos días después, la tarde del 4 de julio pasado, cuando la misma chica salía de la escuela y fue sorprendida por Muñoz y otros dos sujetos (uno sería menor) que son buscados.
A pedido de Fiscalía, el magistrado autorizó a tomarle declaración a la menor con el sistema de Cámara Gesell, para que aporte detalles de cómo fue que la atacaron, pues de los dichos de su madre se desprende que fue herida por Muñoz y que los otros pudieron sujetarla (¿y manosearla?).
Desde el entorno de Muñoz (es defendido por el abogado José Beltrán Bengoa) aseguran que las cosas no son como las relatan la chica y su madre. Y sostienen que ambas mujeres y sus familiares son los que causan problemas en el barrio, en el que no tendrían que estar porque, al parecer, no son titulares de la casa que habitan.