Sobre la calle, una Toyota Hilux gris con el frente prácticamente borrado, el paragolpes desprendido a unos metros, líquidos en el asfalto y plásticos rotos por todos lados. A una distancia considerable, abajo, en la banquina, el otro vehículo, un Peugeot 308 blanco con toda la parte frontal retorcida y varios componentes destruidos a su alrededor.

La escena era impactante pero milagrosamente los siete ocupantes que protagonizaron el choque sobrevivieron, aunque uno de ellos -la mujer que conducía el auto- sufrió lesiones muy graves y al cierre de esta edición peleaba por su vida en el Hospital Rawson, dijeron fuentes judiciales.

El siniestro ocurrió ayer por la tarde, cerca de las 17,30, en la temerosa Ruta 40, en Pocito. Fue en el tramo entre calles 13 y 14 donde los vehículos impactaron de frente. Los voceros creen que el hombre que guiaba la Hilux rumbo al Norte intentó doblar hacia el callejón Hernández, calculando mal o no percatándose de que de frente, en dirección al Sur, venía el Peugeot.

La mujer que se llevó la peor parte iba acompañada por dos amigas. Los voceros creen que se iban o volvían de un viaje, pues llevaban valijas y ropa.

Por otro lado, en la camioneta se trasladaban cuatro miembros -todos mayores de edad- de una familia boliviana con asiento en Pocito que se dedica a la venta de ropa, con un local sobre calle 11.

A excepción de la conductora del auto, de apellido Seguí y de 29 años, el resto anoche se encontraba estable.

El caso es investigado por la UFI Delitos Especiales, al mando del fiscal Adolfo Díaz.