El efectivo de Prefectura Naval Argentina y también experto en boxeo tailandés (más conocido como muay thai o arte de las ocho extremidades), Adrián Gabriel Juárez (29 años, oriundo de Santiago del Estero), fue absuelto por el beneficio de la duda por la jueza, Gema Guerrero, tras ser juzgado por una denuncia inédita en San Juan: haber abusado sexualmente de una joven a la que ‘traicionó’ en el acuerdo de usar preservativo, sacándoselo durante la relación. En otros países esta modalidad se denomina con el vocablo inglés stealthing, que significa sigilo y es lo que el autor del delito emplea en esta novedosa forma de agresión sexual. De hecho, la joven de 32 años que lo denunció, aseguró que a raíz de esa decisión unilateral del denunciado, quedó embarazada y tuvo que someterse a una interrupción de su embarazo.
Juárez integraba una delegación que llegó a San Juan a participar de una competencia deportiva. En eso, fue a parar a la casa de uno de los competidores locales y fue ahí que conoció a esa joven con la que mantuvo sexo en dos ocasiones durante el 12 de diciembre de 2022. Según la denuncia, en la madrugada de aquel día, se sacó el preservativo cuando estaban en la casa, maniobra que repitió por segunda vez ese mismo día cerca del río en la zona de la Villa Tacú, en Zonda. En esa segunda ocasión -dijo la denunciante- Juárez rompió el preservativo al querer sacárselo y fue ahí que quedó embarazada.
Inicialmente, la fiscal coordinadora de la UFI CAVIG, Claudia Ruiz, buscó una condena de 9 años para Juárez por los dos hechos, pero al cabo del juicio redujo a 7 años su pedido por solo uno de los supuestos ataques sexuales.
En cambio, los defensores del deportista, Agustín Idemi y Guillermo Toranzo, solicitaron la absolución ‘lisa y llana’ de su cliente, porque consideraron que no se dieron los requisitos (por ‘atipicidad’) del delito de abuso sexual con acceso carnal que le atribuían.
Y para la magistrada hubo dudas, por las contradicciones de la misma denunciante, porque su relato no encajaba en algunos puntos relevantes con el de las amigas que la ayudaron en el complicado momento que atravesó. O porque en los mensajes que intercambiaron luego, ella misma habló de un ‘accidente’ para aludir al confuso episodio. Juárez nunca dio su versión de los hechos.
‘La declaración de (la denunciante), junto con la valoración total del resto de las pruebas, no fueron lo suficientemente contundentes como para arribar a la conclusión de que estemos en presencia de un hecho punible. Queda claro que la testigo refirió haber dicho que solamente iban a mantener relaciones sexuales vaginales mediante el uso del preservativo. Pero otras manifestaciones de su propio testimonio, generan confusión respecto a que si durante el acto sexual el acusado se sacó intencionalmente el preservativo’, dijo la jueza en su fallo.