Un impulso a sus 17 años en la música fue ser parte del disco de corte federal El canto de mi país vol. 43 realizado con artistas de todo el país por El Palenque Producciones; allí plasmó 2 de temas propios: Recuerdo de mi abanico, dedicado a los pagos de su padre ya fallecido; y la zamba Devoción, en honor a los promesantes de la Difunta Correa. Pero otro de sus logros fue editar Un pueblo en mi voz, su primera placa profesional. Estas oportunidades le ofrecieron a Diego Villegas la satisfacción de convertirse en el único artista local galardonado en la 39 edición de los Premios Santa Cecilia, el próximo 16 de noviembre en La Casa del Folclore de Mar del Plata.
“Es un gran empuje estar en El canto de mi país ya que se presentó a nivel nacional en Buenos Aires y luego fui invitado a la presentación en la conferencia que se hizo en el Festival Nacional Nacional de Cosquín donde también lanzamos mi disco’, recordó feliz quien expresó a DIARIO DE CUYO que esta condecoración es “una experiencia soñada’, luego de reconocimientos provinciales como el que recibió por la Cueca del Médano de Oro por la Cámara de Diputados en noviembre de 2023, entre otros.
En 2017, Pancho Godoy y su grupo Los del Tulum ganaron como Mejor Conjunto de San Juan y Darío Bence la distinguido a la trayectoria. Ahora, le llegó el turno a otro artista del terruño como es Villegas que recibirá la certificación en una nueva entrega de los premios creados por Pocha Valenzuela, cantante y docente cordobesa.
“Grabar para El canto de mi país me permitió concursar en los Santa Cecilia y cuando me preguntaron si quería dije que sí, inmediatamente. Cuando recibí el mensaje de la propia Pocha de que era ganador, eso me mató’, recordó el cantor que se inició en la música después de lesionarse a los 21 años y no poder continuar en el fútbol con la camiseta de Villa Obrera. Ese episodio lo guió a perseguir los sueños de su infancia influenciado por conjuntos como Los Cantores del Alba.
“Mi madre me recomendó que, como cantaba desde niño, agarrara la guitarra. Eso fue lo que me salvó del bajón anímico. Un amigo me escuchó en una plaza y me grabó, ya en la noche participé de un programa de radio, me invitaron a una peña y otra. Después canté en el Parque de Mayo y todo fue creciendo. En dos ocasiones llegué al PreCosquín, en la primera llegamos a la final y en la segunda no. Así que elegí el camino más largo que cuesta más pero da sus satisfacciones’, dijo “ansioso’ por la premiación, una recompensa al “camino transitado’, como reflexionó Villegas.