Inicialmente, el problema que terminó en una balacera casi letal, involucró a otros protagonistas: Julián Ocampo Ripoll y Lautaro Funes (ahora prófugo). La versión de los pesquisas, es que Funes resultó golpeado porque debía plata. Horas después, ese altercado sumó contendientes y trepó a otro nivel, porque el sujeto golpeado está ligado a los hermanos Agustín Santiago y Franco Alan ‘Frijolito’ Lobos Ochoa, un sujeto de 25 años con libertad condicional desde el pasado 30 de septiembre (cumple en prisión una pena única de 5 años y 4 meses por robo). Ambos fueron señalados como los que, en represalia por la golpiza a Funes, efectuaron desde una Toyota Hilux unos 7 disparos con armas 9 mm. que por poco no terminaron con la vida de un hermano de Julián, Alexis Rodrigo Ocampo Ochoa. Este joven estaba con otros amigos (su hermano justo había ido hasta un kiosco) en la puerta de la casa de una vecina en Reconquista, entre Punta de Rieles y Meglioli, Rivadavia, cuando dos de las balas le atravesaron el cuerpo: una por su espalda que salió por el abdomen y otra que pasó a través de su muslo izquierdo.
Pero se salvó. Y su versión, la de su hermano y la de otros jóvenes que estaban con él, fueron claves para empezar a buscar a los Lobos Ochoa, que se entregaron recién el pasado miércoles por la tarde, luego de que los pesquisas de Homicidios de la UFI de Delitos Especiales, realizaran 14 allanamientos en Rivadavia, Pocito y Chimbas.
No los hallaron, pero sí la Hilux descripta por los testigos, más un BMW blanco y una moto que vieron pasar momentos antes de la balacera (también secuestraron otra moto), más una carabina calibre 22, cartuchos para esa arma, un rifle de aire comprimido y la réplica de otra arma que, para el fiscal Francisco Pizarro y el ayudante fiscal, Maximiliano Gerarduzzi, son evidencia que refuerza las sospechas contra los hermanos.
Y no fue todo: unos 6 millones de pesos, tres balanzas de precisión y algo de estupefacientes (unos 15 gramos de marihuana y al menos un envoltorio con cocaína), sirvieron para instalar otras hipótesis, como la posible vinculación de los hermanos con el comercio de estupefacientes. Y también la teoría de que la balacera haya sido por drogas.
Ayer, Frijolito Lobos Ochoa buscó despegar a su hermano. Ante el juez Eugenio Barbera, dijo que estaba con su abuela cuando unos 14 sujetos bajaron de un VW Vento y los atacaron. Y que esa situación lo descontroló, al punto de salir a buscarlos en la Toyota Hilux. ‘Mi hermano no estaba ahí, fui solo’, remarcó el joven.
Su defensor, Martín Torcivia, negó los cargos contra sus clientes y se opuso a que los dejaran con 1 año de prisión preventiva como lo pidió Fiscalía. Sin embargo el juez mandó a ambos a la cárcel por ese plazo (concedió otro igual para investigar), sospechados de haber cometido tentativa de homicidio agravado por usar un arma de fuego y también por tener ilegalmente armas.