La poda consiste en suprimir ramas secas, dañadas o enfermas de una especie con diversos fines, proporcionar fuerza y vigor a las plantas y estimular el crecimiento. Para realizar este trabajo es importante tener unos conocimientos previos y seguir unas recomendaciones para que el resultado final sea el deseado.

El objetivo de la poda correctamente hecha, es que las plantas toman fuerza para crecer, e incluso mejoran la floración y su desarrollo. Al podar una planta se está controlando el crecimiento de la misma, ayudándola a que obtenga la estructura necesaria para que las ramas puedan soportar su peso. Se utiliza para dar forma a la planta y controlar su tamaño.

Se hacen preferentemente en invierno, porque es un momento donde las especies, sobre todo las caducifolias, se encuentran en estado de latencia, o dormición, previo al rebrote de primavera.

Las especies que se podan en invierno son: arbustos, árboles y demás plantas ornamentales. Rosales, trepadoras y cercos también se podan en esta época. Eso sí, es preferible evitar las heladas o los días de viento Zonda en la provincia.

La poda consiste en términos generales en cortar ramas secas, muertas, enfermas o dañadas, para prevenir la propagación de enfermedades y plagas en la planta. Hay distintos tipos de poda: Poda de formación. Poda de pinzamiento. Poda de saneamiento. Poda ornamental o topiaria. Poda de fructificación. Poda de rejuvenecimiento y Poda tras la floración.

-En los Arbustos

Como ya dijimos esta especie se maneja de acuerdo a su variedad, ya que no todos pueden tratarse de la misma forma. Se eliminan cualquier parte muerta, dañada, ramas entre cruzadas, ramas quebradas o enfermas de la planta y ayuda a prevenir la propagación de plagas. La idea es quitar las ramas que molestan su estética en cuanto a la forma que tiene la variedad o bien porque obstruye un paso o algo similar. El corte debe ser neto y a bisel fijándonos donde está la yema en la rama. Los arbustos que florecen en primavera se podan una vez que ha concluido la floración. Los arbustos que florecen en verano y otoño no se podan hasta finales del invierno, cuando ha pasado el riesgo de heladas, justo antes de la brotada primaveral en el caso de los caducifolios. La poda garantiza que la planta reciba suficiente oxígeno y luz, y así previene de la infestación por hongos. También favorece el crecimiento de ramas gruesas y estables. Así, crece de forma controlada y desarrolla una hermosa copa. Por medio de una poda correctamente hecha, las plantas toman fuerza para crecer, e incluso mejoran la floración y su desarrollo. Con la poda se controla el crecimiento de una planta, ayudándola a que obtenga la estructura necesaria para que las ramas puedan soportar su peso.

-En los Árboles
Los árboles se podan en invierno porque la savia está en reposo. Solo se cortan las ramas enfermas, quebradas, dañadas o muertas. La proliferación de plagas es menos activa en invierno, por tanto, menos dificultad de que ingresen por las heridas de los agentes patógenos.

La poda de árboles de hoja caduca es preferible realizarla a finales de invierno evitando la pérdida de savia. Por su parte, sería un error podar los árboles caducifolios en primavera, puesto que, en esta época reinician el ciclo reactivando la savia.

Tras realizar la poda de árboles y arbustos, se recomienda aplicar pasta cicatrizante en las ramas con heridas de más de tres o cuatro centímetros de diámetro.

-En los Cercos
En los últimos tiempos, los cercos vivos se han convertido en uno de los métodos más utilizados para rodear un terreno y es muy común ver los tupidos bloques verdes protegiendo la privacidad de las viviendas. La elección del cerco vivo para nuestro lugar o para espacios verdes no solo es por una cuestión ornamental y decorativa-sino también por los beneficios que aporta al ambiente. Para tenerlos, hay que proyectarlos de acuerdo a su utilidad y también es imprescindible saber qué especie es la correcta para cada situación.

La poda se realiza cortando la yema terminal unos 2 a 4 cm., no es necesario podar las ramas laterales. Una segunda poda se puede hacer cuando las plantas hayan alcanzado 60 cm. La especie permite dar formas a la cerca mediante diferentes sistemas de poda. Los tallos enfermos o dañados deben cortarse justo en la línea del suelo y eliminarse por completo. Las plantas deben limpiarse por completo tras la caída de las hojas para evitar que se pudran y se reproduzcan plagas y enfermedades. En cuanto a la altura, los arbustos que se suelen utilizar en los cercos, todos superan los 2m de altura final adulta.

-En los Rosales
Para los cultivadores de rosas que desean tener una excelente floración en octubre es en julio cuando se realiza la poda. Esto se da en todas las variedades desde las miniaturas hasta las trepadoras. Solo algunas variedades se podan mínimamente. Por eso, es imprescindible adoptar el régimen de poda de las rosas de acuerdo con las formas de sus crecimientos y la categoría a las que pertenecen.

La tarea de podar un rosal se debe llevar a cabo cuando las plantas están terminando su reposo y las yemas están “hinchadas”. Si se hace muy
temprano, los brotes pueden dañarse con alguna posible helada y, si por el contrario, se hace muy tarde, se pueden eliminar una cantidad de tallos y follaje que la planta produjo con sus reservas.

> PASO A PASO para podar rosales según la variedad

-Rosal híbrida de té
La altura que se elige para podar cada planta es una decisión arbitraria, a menos que una enfermedad o daño determine el corte severo. Por lo general, una poda más baja producirá tallos y flores grandes, pero en menor cantidad. Para este tipo de rosas, se recomienda quitar 2/3 de la altura del rosal. El corte debe hacerse a bisel a 5 mm aproximadamente sobre una yema que direccione hacia la parte de afuera de la planta. Nunca sobre una yema hacia adentro, ya que el centro del rosal debe ser lo más aireado posible sin tallos que se crucen, para su sanidad y floración.

-Rosal Floribunda
Las floribundas y arbustivas deberían bajarse a solo 1/3 de la altura existente, excepto que se quisiera renovar la estructura basal de la planta y, en ese caso, se deberá hacer en forma más severa.

-Rosal trepador
A grandes rasgos, hay dos categorías de rosas trepadoras: las que florecen en los tallos del año y las que florecen en los tallos producidos el año anterior. En la primera categoría, que se podarán todos los años. En la segunda categoría están las trepadoras-rastreras de tallos laxos, que en su mayoría florecen en las ramas del año anterior. Deberá adoptarse el régimen de podarlas cada dos años.

Las rosas trepadoras necesitan un sostén donde apoyarse. Ya sea que florezcan en la rama del año o que lo hagan en la del año anterior, siempre harán uso de una estructura o de una pared. Debe observarse bien la planta para empezar la poda, quitando como siempre lo que está enfermo o dañado, los tallos que se entrecruzan y obstruyen el centro, las ramas débiles o los tallos más envejecidos. Se elegirán tres o cuatro tallos fuertes y jóvenes y, abriéndolos en espaldera, se atarán al sostén, tratando de doblarlos en forma horizontal (para permitir a la savia correr con facilidad, obligando a formar numerosas yemas de las que brotarán cantidad de tallos verticales con sus flores).

Las herramientas de poda

• Un par de guantes fuertes, adecuados para rosas.
* Una tijera de podar buena y afilada, que no “muerda’ en los cortes. Éste debe ser neto y realizarse sin esfuerzo. Si se lastima la planta con el corte mal hecho, en la herida puede haber esporas de hongos, como el cancro.
• En el caso de tallos de arbustos más viejos y en las trepadoras deben usarse las tijeras de podar de mangos largos, que permiten accionar con las dos manos.
• Después de cada corte, conviene desinfectar las tijeras sumergiéndolas en una solución de lavandina diluida (que se debe tener a mano siempre).
• Al finalizar la poda, es recomendable mojar las plantas y el suelo con polisulfuro de calcio (1 litro del producto en 15 litros de agua) para prevenir los hongos.