Que una vez se le acercó desde atrás y le tocó la cola. Que la segunda vez hablaban, frente a frente, cuando estiró la mano y le tocó los genitales. Que la tercera vez, también la sorprendió de espaldas y volvió a manosearla. Que siempre la acosaba sexualmente y le proponía que “gorriaran” a su pareja, cuando ella volvía de trabajar, a eso de las cuatro de la tarde. Que todo pasó en un lapso de poco más de un mes. Que ella siempre lo empujó y empezó a escaparle. Que cerraba las puertas de su casa (contigua a la de su cuñado acusado de abusador). Y que no dijo nada porque suponía que no le creerían, aunque esa actitud ahora le causa cierto arrepentimiento: “Si yo lo denunciaba a en su momento, creo que a mi hija no le pasaba nada”, dijo ayer la mujer.
Y es que su versión se conoció el 7 de octubre de 2020, cuando fue a denunciar a su excuñado (un fletero de 56 años), por los ataques sexuales que sufrió su hija en octubre de 2020 (entonces la nena tenía 8 años). La mujer contó ayer ante el juez Juan Bautista Bueno (Sala II, Cámara Penal), el fiscal Daniel Galvani y el propio imputado y sus defensores, Ivana Salas y Rodrigo Aguirre, cómo fue que se enteró que su nena era atacada.
Fue el día previo a su denuncia, en el cumpleaños de su mamá. Ese día, la nena le contó a una primita lo que le hacía tu tío en la finca de Rawson donde ambas familias convivían. La otra niña se lo contó a su mamá y esa mujer a su hermana, tía de la nena, quien junto a su novio la animaron a que dijera qué le había pasado.
Esa joven también declaró ayer en el juicio contra el fletero. Dijo que esa vez, entre lágrimas, la menor le contó que su tío la tocaba y la obligaba a tocarlo, que le “hacía cochinadas” en sus partes íntimas y hasta le había mostrado videos pornográficos.
Con mayores detalles, refirió lo mismo ante una psicóloga, que al momento de valorar esos dichos no dudó en asegurar que la niña no mintió y que su relato era espontáneo, verosímil y consecuencia de traumáticas experiencias sexuales que había atravesado. Así, desplazó la idea de que la menor hubiera sido influenciada para perjudicar a su tío, según el expediente.
Al sospechoso le atribuyen haber violado a la niña, aunque un médico no detectó lesiones en sus partes íntimas, según el expediente.
La declaración de la madre y la tía de la menor, ayer, pareció complicar al acusado, que, al comenzar la investigación, guardó silencio cuando le preguntaron si tenía algo que decir con respecto a la versión de la menor. Pero contradijo a la madre de la niña, al decir: “(…) sí, le decía cosas verbales, nos decíamos de todo mutuamente, incluso hasta en reuniones familiares, pero nunca la toqué”.
En los próximos días declarará la pareja de la joven ante quien la niña reveló su tremendo secreto aquel 6 de octubre. Y también la psicóloga que la entrevistó en una audiencia videograbada.