¿Qué hay detrás de los violentos cruces entre ambos rivales? La pregunta conduce a varios a pesquisas a desplazar la idea de ajustes por polleras y sospechar más en asuntos reñidos con la ley. De todos modos, el móvil aparece en la investigación como un aspecto algo menor frente a los hechos, los contundentes hechos que, por ahora, complican más a uno de los jóvenes involucrados: Lautaro Facundo Flores Gómez. El 29 de enero pasado recibió una condena de 3 años en suspenso (sin encierro) por prenderle fuego al auto de su rival, Gerardo Tapia. Se suponía que ese castigo serviría para aquietar sus deseos de desquitarse, porque un nuevo delito implicaría perder la libertad. Pero en el mes de mayo pasado, ninguna condena aquietó los agresivos ánimos del joven y volvió a cruzar a su rival, esta vez con una mayor dosis de violencia. Según fuentes judiciales, el 4 de mayo, Flores Gómez denunció que Tapia le dañó el auto con una piedra, pero en lugar de dejar las cosas en manos de la Justicia, volvió personalmente a la carga al día siguiente.
La principal teoría del fiscal coordinador, Francisco Micheltorena, y la fiscal Agostina Ventimiglia (UFI de Delitos Especiales), es que Flores Gómez, a bordo de una moto Gilera Smash, pasó por la casa de otro de sus rivales, Joaquín Sánchez, en la calle Thomas Edison, en Santa Lucía, y efectuó algunos disparos contra el VW Gol Trend de Tapia, que estaba dentro del vehículo con Sánchez. Luego giró en U, volvió a pasar y efectuó otros disparos (hubo 5 en total, al parecer con un arma calibre 32 o 38) que impactaron en el frente de la casa. Otros dos habían perforado el auto de Tapia.
A partir de ese momento no fue posible dar con él. Pero días después, previo rastrillaje telefónico, el joven fue apresado en una casa de Capital, el 15 de mayo pasado.
Desde entonces quedó preso. Y la jueza Mónica Lucero le dictó 3 meses de prisión preventiva por tentativa de homicidio y portación ilegal de arma, medida que el defensor, Franco Montes, impugnó.
Sin embargo, ahora el juez de Impugnación, Maximiliano Blejman, adhirió a la oposición del fiscal, Fabrizio Médici, y confirmó la prisión preventiva, porque entiende que el joven sospechoso puede fugarse (de hecho los pesquisas tardaron 10 días en localizarlo) o entorpecer la investigación.