La alegría final maquilló el discreto comienzo del ciclo de Pipi Romagnoli en San Martín. La clasificación a los 16vos. de Final de la Copa Argentina donde espera Racing Club costó demasiado en el Verdinegro que empató sin goles en los 90′ con Gimnasia de Jujuy y en penales, gracias a la estupenda labor del arquero Matías Borgogno terminó ganando por 3-0. Pero antes hubo un partido flojito, en especial en el primer tiempo, en el que San Martín no mostró muchas señales de recuperación en este comienzo de ciclo. Gimnasia lo complicó feo en la primera parte, creandole un par de ocasiones de peligro. La más dura de todas fue a los 32′ de esa primera etapa cuando Quintana definió al gol y Lecanda, que tuvo titularidad en el fondo sanjuanino, sacó al córner milagrosamente.


En el complemento, manteniendo el esquema de 4-4-2, San Martín levantó su juego. Generó algo y tuvo dos chances netas con Toloza y con Tijanovich. Pero a los 11′ de esta segunda etapa pudo haber abierto la historia cuando le anularon mal un gol a Toloza por un offside inexistente. Desde ahí, San Martín volvió a caerse. Ya no generó, no tuvo circulación y terminó peleando contra las ganas de un Gimnasia que dejó todo. Lo complicó el Lobo jujeño con varios centros que exigieron a Borgogno. Y claro, sin más ideas, llegó el momento de los penales para definir el pasaje a los 16vos. de final.
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Arrancó pateando San Martín y Anselmo la metió allá abajo, al palo izquierdo de Alvarez. Le tocó a Dematei en Gimnasia y el Vikingo eligió la derecha de Borgogno que tapó. En el segundo de la serie, Iacobellis definió bien para San Martín y en los jujeños, el turno fue para Duré que eligió la derecha para que Borgogno tapara. Llegó el tercero y Fede González no perdonó para San Martín. Obligado y con presión encima, Noble le pegó horrible para sentenciar la victoria sanjuanina.
Pasó el debut de Romagnoli en San Martín con poco para rescatar. Queda trabajo por delante, sacar del pozo anímico y futbolístico de un equipo que tuvo una alegría en Copa Argentina, sabiendo que esa inyección anímica puede ser clave para la reconstrucción.