Nació en Mar del Plata en 1978, pero desde 2003 reside en California, Estados Unidos. Actualmente es el director artístico de la Orquesta Sinfónica de UC Davis y de la Orquesta Sinfónica Camellia, en Sacramento. Puede decirse que es un artista argentino en permanente gira por el mundo. En su regreso a Argentina, Christian Baldini estará presente esta noche, como uno de los protagonistas de la nueva función de abono de Mozarteum San Juan, en la que comandará por primera vez a la Orquesta Sinfónica de la UNSJ, con la compañía del violinista Freddy Varela Montero. En suelo cuyano, el director y pianista habló con DIARIO DE CUYO y manifestó su afecto por el Auditorio Victoria y por el rol del director de orquesta en la actualidad.
– ¿Qué podrá disfrutar el público de este concierto y bajo qué criterio se eligieron las obras?
– Tendremos un lindo concierto de tres compositores distintos. Empezamos con una obertura de Carl Maria von Weber, que abre el romanticismo de principios del siglo XIX. Es la obertura del Cazador Furtivo, que tiene alto dramatismo e imaginación. Weber es precursor de Wagner, muy bonita. Luego seguimos con el Concierto para violín y orquesta en mi menor de Félix Mendelssohn, al cual se suma Freddy, quien es un gran violinista y amigo. Trabajamos juntos en el Teatro Colón, es el concertino de la Orquesta Estable de Ópera y me pareció una buena idea traerlo como solista a San Juan. Por último, completamos con la Tercera Sinfonía de Schubert, que dispone de mucha frescura y energía.
– ¿Cuáles son los compositores argentinos que merecen un reconocimiento mayor?
– Hay varios que puedo nombrar. Gerardo Gandini es uno de los grandes autores contemporáneos. Se toca poco últimamente, salvo en Buenos Aires, pero fuera del país, casi nada. Él fue alumno de Ginastera y pianista de Piazzolla. Un tipo de nivel infernal. Otro que recomiendo es Juan Pablo Jofré (NdeR: el compositor y bandoneonista sanjuanino radicado en Estados Unidos); toqué varias obras suyas y es extraordinario. La Sinfónica de la UNSJ puede interpretarlo varias veces al año, deberían estar orgullosos. Pablo Ortiz es otro excelente y excepcional de la música sinfónica y coral, como también Marta Lambertini. Creo que como argentinos debemos valorar a nuestros creadores, porque son parte fundamentales de nuestra cultura.
– ¿La manera de disfrutar la música clásica ha cambiado en los espectadores? ¿Necesita motivaciones por parte de los artistas para que sea una experiencia amena?
– En el mundo pasaron cosas y con la pandemia se modificaron los hábitos. La experiencia musical que se buscaba antes no es exactamente igual a la que se busca ahora. Con la tecnología digital tenemos acceso a todo, por Spotify podés encontrar a disposición 848 versiones de sinfonías ejecutadas por numerosas orquestas del mundo. Cuando yo empecé era muy difícil acceder a una partitura o alguna grabación de disco o cassette. Hoy con un simple botón tenés todo al alcance desde tu casa. Eso generó un cambio de actitud, ya no hay urgencia para una persona asistir a un concierto, total lo puede escuchar en cualquier otro lugar. Pero la experiencia del vivo es totalmente diferente y mucho mejor que una grabación de estudio. Hace 80 años que se viene diciendo que el público de música clásica está en declive y está desapareciendo, pero el que se anima a descubrir y escuchar, no necesita de conocimiento previo, lo puede disfrutar igual. El que vino por primera vez, es indudable que regresará en la próxima.
– ¿Cuál es el rol del director de orquesta en su relación con la comunidad en este siglo?
– Unificar criterios, elegir interpretación, inspirar a la orquesta para dar lo mejor de ella, generar espacios de confianza, todo eso es primordial en la labor musical. Luego está la conexión con la sociedad, saber en qué comunidad está inserta y qué música valora esa comunidad. Pienso que el director está para abrir puertas, expandir horizontes. Ofrecer algo nuevo para escuchar, nuevas estéticas, conseguir apoyo institucional y reconocimiento de autoridades y espectadores, sponsors para que puedan solventar giras y grabaciones.
– ¿Qué referencia tiene de San Juan?
– Cuando vine hace 8 años con la Sinfónica Nacional, el Coro Polifónico del Teatro Colón y Bruno Gelber, conocí el Auditorio Victoria y me enamoré de ese lugar. Su acústica es de una belleza inigualable, de lo mejor del país y no tiene nada que envidiarle a otros teatros del mundo. Con todo lo que hay aquí, San Juan tiene potencial para ser un polo cultural de la región. Está el Teatro del Bicentenario, donde se puede hacer ópera y condiciones de sobra en esta orquesta, que si tiene los fondos adecuados, puede ser una embajadora de San Juan en otros países. Por supuesto que no se logra así nomás en dos meses, pero todo eso es lo que puede articular un director con dedicación y trabajo; y con visión artística a largo plazo.
DATO
Christian Baldini y Freddy Varela Montero. Hoy 21:30 hs. Auditorio Juan Victoria (25 de Mayo y Urquiza). Entradas: $9.000, $7.000 estudiantes. Anticipadas: boletería y Mozarteum San Juan (Av. José I. de la Roza, 161 oeste) de 9 a 13 hs.