Llegó por primera vez a San Juan con 12 años. Enfundado en una camiseta de Rosario Central que parecía muy grande para él, fue figura del equipo del equipo “Canalla” que participó en el Mundialito de Trinidad del año 2000.
Ángel Di María, el crack que anoche se despidió “por la puerta grande” (como afirmó) de la Selección Argentina, después de ganar todo, recordará a nuestra provincia como plataforma de lanzamiento de sus logros más importantes con la camiseta albiceleste.
El 7 de diciembre de 2006, el seleccionado argentino sub 20, empató 2 a 2 con Chile en un amistoso preparatorio para el Mundial de Canadá 2007 donde el equipo dirigido por Hugo Tocalli, con Di María como una de sus figuras junto al Kun Agüero y Maximiliano Moralez. Un año después, colgaría de su cuello la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio, junto a Messi y un plantel colmado de figuras.
Mientras su carrera crecía en varios de los mejores clubes de Europa: Portugal (Benfica), España (Real Madrid), Inglaterra (Manchester United), Francia (PSG) e Italia (Juventus); donde sumó campeonatos y hasta una Champions League con los españoles. Con la Selección Argentina sumaba decepciones, con eliminaciones en Mundiales y Copas continentales donde sufrió inoportunas lesiones.
Quiso el fútbol, la vida, y el destino, que antes de ganar todo con el seleccionado de su país, volviera a pasar por San Juan.
En estadio del Bicentenario, el 16 de noviembre de 2021, el equipo dirigido por Lionel Scaloni empató 0 a 0 con Brasil y aseguró su clasificación para el Mundial de Qatar 2022. No hubo goles, pero “Angelito” fue una de las figuras y le regaló a los sanjuaninos un caño de taco a Vinicius Jr. Afirmando cierta superioridad sobre los clásicos rivales que había comenzado cuatro meses antes, cuando con un gol suyo la “Scaloneta” ganó la Copa América del ’21.
Después de ese último paso por San Juan, “Fideo” anotó un gol en la Finalissima, en el 3-0 contra Italia; y luego marcó un tanto en la final del Mundial de Qatar, en ese 3 a 3 con Francia, definido a favor por penales que le permitió -junto a su amigo Leo Messi- sacarse el peso de encima que significaba haber intentado tres veces y no poder levantar la Copa del Mundo.
Fue un jugador poco valorado por muchos, menos por sus compañeros. Cristiano Ronaldo protestó cuando el Real Madrid lo cedió al United. Messi sabe que si le tira una pared la recibirá la pelota “redonda”. Con “Leo” son los únicos jugadores de la historia del fútbol mundial en ser campeones, olímpicos, y mundiales sub20, mayores.
Es junto al uruguayo Pedro Cea y os húngaros Zoltan Czibor y Ferenk Puskas, quien completa el “poker” de jugadores que anotaron un gol en una final olímpica y una del mundo.
Anoche el crack rosarino dio su concierto final. Por decisión propia puso final a un idilio de 16 años con la casaca de la selección mayor. En la que debutó el 6 de diciembre de 2008, ante Paraguay en las Eliminatorias para el Mundial de 2010. Jugó 145 partidos y anotó 31 goles.