Un castigo de 11 meses y 22 días en 2008 por robo simple y resistirse a ser detenido; 2 años de prisión efectiva al año siguiente por intentar robar un auto; 8 meses de encierro en 2011 por lesiones leves y amenazas; 3 años y 4 meses de condena en 2014 por robo, agravado por ser en poblado y en banda; 4 meses de prisión por resistencia a la autoridad en 2016; 1 año y 8 meses por tentativa de robo simple ese mismo año; y 5 años de cárcel efectiva en 2023 por amenazas y robo agravado por cometerlo en banda y en un sitio poblado. Con 37 años, Hugo Alberto Molina registra 7 condenas, principalmente por delitos contra la propiedad, práctica común en este sujeto con arrestos policiales desde que era menor. Cayó el 23 de noviembre pasado y ahora está complicado en otro caso que puede acarrearle un octavo castigo: la fiscal coordinadora, Claudia Salica, y las ayudantes fiscales, Florencia Caillet, Claudia Vila y Ximena Rodríguez, sospechan que Molina es parte de la banda de por lo menos 9 sujetos entre el 22 de agosto y el 24 de octubre pasado, cometieron al menos 28 delitos surgidos de sus ataques a víctimas VIP, incluidas 4 funcionarias judiciales. Y creen que las personas atacadas pueden ser más, porque en los numerosos allanamientos que hicieron en las casas de los sospechosos, encontraron muchas 9 carteras y 2 monederos que aún no fueron reconocidos por ninguna persona.
Molina es el séptimo capturado (están prófugos Héctor Enrique Meritello y Nelson Fernando Lucero). Para los pesquisas policiales de la UFI de Delitos contra la Propiedad, todo indica que era uno de los que robaban a las víctimas en Capital y Rivadavia. Y es muy probable que haya sido él uno de los dos sujetos que atacaron a la defensora oficial, Sandra Leveque, cuando paró en el semáforo de Salta y Sargento Cabral, le rompieron un cristal de su auto y le sustrajeron un maletín con una notebook y un pendrive con valiosa información laboral y personal. ¿Por qué Molina? porque en su casa de Chimbas encontraron un casco azul, que es ‘igual’ a uno de los usados en el ataque a Leveque.
Los arrebatos callejeros era el puntapie inicial de la maniobra, que se complementaba con el apoyo de al menos un auto para lograr el escape de alguno de los ladrones o el ocultamiento del botín. Entre las cosas robadas había dinero y algo más valioso, tarjetas de crédito o débito, que iban a parar a manos de Oscar Matías Cortez, un sujeto con antecedentes que, a través de 9 terminales de pago (‘posnet’, principalmente de la tarjeta Naranja X), hacía transferencias o compras en por lo menos cuatro cuentas a nombre de una mujer, que sería su suegra.
Además de Cortez, están presos el supuesto líder de la banda (considerada como una ‘asociación ilícita’), el exconvicto, Enzo Ariel ‘Chonono’ Sánchez, su hermano Santiago Agustín Valdez, Emanuel Esteban Oyola Ontiveros, Lucas Exequiel Araoz y Lucas Manuel Riveros Celis. A los 7 sospechosos detenidos hasta ahora, les dictaron 6 meses de prisión preventiva, incluso días atrás el juez Eduardo Raed (Tribunal de Impugnación) les confirmó el encierro cautelar tras un pedido de la Defensa para que los liberara.