FOTOS MARIANO ARIAS

Estaba preparando La camorra, un espectáculo con música de Piazzolla (que estrenó en junio del 2023) cuando -Ástor va, Ástor viene- Juan José Olguín y su amigo saxofonista, Matías Araya comenzaron a recordar aquella obra que el mundialmente famoso músico y compositor había estrenado en Europa en 1974. No era una obra más, claramente, tratándose del gran Piazzolla; pero además encerraba un par de detalles particulares. Reunión Cumbre (Summitt) es el nombre del álbum que Piazzolla grabó con el saxofonista norteamericano Gerry Mulligan, que esencialmente fusiona tango y jazz, toda una particularidad para la época. El disco tuvo enorme difusión en todo el mundo -de hecho lo señalan como uno de los que más éxito alcanzó-, pero en contraste, quizás molesto con la incomprensión y las críticas que recibía del sector más ortodoxo del 2×4, Ástor no lo interpretó en Argentina. Por supuesto, Olguín y Araya repararon inmediatamente en el entonces próximo 50mo. aniversario del disco -que se cumplen en este 2024- y la chispa se encendió de inmediato: “¿Y si lo hacemos?”, se preguntaron. Así fue que el año pasado se pusieron manos a la obra, tarea nada menor y por razones varias, desde la complejidad de la música hasta el staff de artistas que necesitaban para subirlo a escena en su versión completa, pasando por el hecho que lo hace aún más especial para San Juan: nunca antes sonó en vivo aquí. Efectivamente, la del 22 de junio en el Auditorio Juan Victoria (ver aparte) será, aseguran, la primera audición en la provincia de Reunión Cumbre, a medio siglo de su estreno.

“En Buenos Aires se hizo una versión reducida para quinteto. Acá sí es primera audición; en versiones originales y arreglos, el público la va a escuchar prácticamente como fue creada, con algunos cambios en las sonoridades”, dijo a DIARIO DE CUYO Olguín, que dio un panorama de la complejidad del proyecto.

De ensayo. Los solistas, Juan José Olguín (bandoneón) y Marcelo Araya (saxofón), con parte del elenco que interpretará el disco que cumple bodas de oro este año.

“Entre Matías y yo teníamos ya a los dos solistas, saxofón y bandoneón, así que me puse a buscar partituras, a hacer los arreglos de las siete piezas del disco, eso lleva su tiempo. Y como además hay acompañamiento de piano, órgano, batería, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, marimba o vibráfono, percusión y cuarteto de cuerdas, había que armar el equipo, escribir la partitura general y las individuales… Ese trabajo se terminó hace poco y mientras tanto fuimos ensayando los solistas con el piano. Ahora estamos en la etapa final, los 11 músicos, para el show del 22”, contó entusiasmado el guitarrista y bandoneonista, que también en los ’70 conoció esta obra de Piazzolla.

“Recuerdo que conseguimos ese disco con unos amigos, era un disco de pasta y nos impresionaba como muy revolucionario. A mis oídos actuales ya no lo es tanto, pero en esa época fue un impacto muy grande porque él fusionó el lenguaje del tango con el del jazz. Él se nutrió en esa época de los músicos de jazz y de rock, de hecho decía que se llevaba mejor con los jóvenes rockeros que con los viejos tangueros… Para las personas que no tenían incorporada la tradición del tango, fue muy interesante; pero para los oídos tangueros de entonces fue un gran impacto”, señaló Olguín. “En esa época a mí ni se me hubiera ocurrido hacerla, porque sólo tocaba guitarra, pero ahora, con mi experiencia con el bandoneón, me puedo dar el gusto de interpretarla. Es un experiencia muy linda”, valoró el artista y profesor nacido en Buenos Aires, que -además de Araya- estará en el escenario junto a Mariana Montañez (piano y órgano), Nicolás Bustos (bajo eléctrico), Matías Inostroza (batería), Hugo Figueroa (guitarra eléctrica), Carlos Beresi (percusión y vibráfono), y un conjunto de cuerdas formado por Alfredo Augusto y Ariel Sarduy (violines), Rayna Diankova (viola) y Vesselin Yanakiev (cello).

“Es un grupo solvente y capaz”, definió Olguín al seleccionado de artistas que llevarán adelante este particular recital, que tendrá un complemento. La primera parte será con tangos tradicionales, cuatro cantados por Ricardo Bazzetti; y dos instrumentales: El día que me quieras y, a modo de puente hacia la segunda parte, Adiós Nonino, de Piazzolla. Entonces sí, por primera vez en San Juan, se escucharán en vivo las siete composiciones que integran Reunión Cumbre.

“El público amante del tango, del jazz y del rock también se sentirá muy cómodo escuchándolo, pero va a gustarle a todo el público, estoy seguro; va a ser como un descubrimiento. Creo que no se pueden perder esta oportunidad, es en verdad un concierto interesantísimo”, subrayó Olguín.

DATO
Piazzolla. Reunión Cumbre. 50 años después. Sábado 22 de junio, 21:30 hs, Auditorio Juan Victoria. Entradas $3000, en venta en boletería. En el marco del Primer Festival de Música Popular Argentina.

> EL DISCO

“Este disco es de la época de Libertango, donde Piazzolla combina otros instrumentos con el sonido tradicional del tango: bandoneón, piano y cuerdas. Se había ido a Italia, enojado porque su trabajo no tenía mucho éxito acá, y allá se vinculó con muchos músicos. Ya había escuchado a Mulligan, pero pasaron 20 años hasta que volvieron a encontrarse y a pedido suyo compuso el disco. “Hace veinte años”, recuerda cuando escuchó a Mulligan en París; y “20 años después” es la pieza más moderna. También hay otras más introspectivas, como “Años de soledad”, quizás sobre el desarraigo, “Reminiscencia” y “Cierra tus ojos y escucha”, bellísima. En “Deus Xango”, que suena a tango y a algo más, hay un trabajo muy interesante con el ritmo del tango. Y cierra con “Reunión Cumbre”, un final extraordinario con todos los instrumentos”, describió Olguín.