El hecho de que Ucrania este dentro del grupo de naciones deudoras del Fondo Monetario Internacional (FMI) que cuentan con el apoyo del G7, integrado por Estados Unidos entre otros países de Occidente, ha beneficiado a la Argentina con un recorte parcial y limitado de los sobrecargos en las tasas de interés que el organismo internacional cobra a países con alto nivel de endeudamiento, que le reportará un ahorro de unos U$S 3.200 millones.

La incidencia de Ucrania en esta medida está dada porque hasta ahora, a pesar de la insistencia de Argentina ante el FMI, Estados Unidos se estuvo negando al otorgamiento de este beneficio. Pero debido a la situación que en estos momentos está atravesando el país que ha sido invadido por la Rusia de Vladimir Putin, ha resuelto prestar todo su apoyo a las naciones endeudadas como Ucrania y aprobar la medida.

Los analistas económicos sostienen que el recorte de tasas implicará un efecto positivo para la Argentina, que verá reducida la cuenta de intereses que le paga al Fondo por la deuda contraida durante el gobierno de Macri. En líneas generales Argentina obtendrá un ahorro de U$S 3.200 millones y una reducción de casi el 30% del pago de cargos y sobrecargos en el préstamos del FMI.

Es de esperar que este ahorro se sienta especialmente durante los próximos 3 años fiscales donde la reducción será de aproximadamente U$S 1.100 millones. Esto, a su vez, es una muy buena noticia porque este decrecimiento hace que el Gobierno esté cada vez más cerca de refinanciar los abultados vencimientos programados para el próximo año con el propio Fondo.

Todo esto abre un panorama muy positivo respecto a las variables macroeconómicas del país que se han visto notablemente favorecidas por el blanqueo de capitales que mantiene planchado al dólar blue y los dólares financieros; el buen clima financiero que hay en los mercados internacionales para los bonos argentinos que se ha viso reflejado en subas por más del 2% en los títulos públicos y el riesgo país a punto de descender los 1.100 puntos, el nivel más bajo del gobierno de Javier Milei. Se suma ahora el fuerte gesto de apoyo del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, quien tras destacar los logros alcanzado en el plano macroeconómico por la gestión del presidente Mieli, que llevó a convertir un déficit primario del 2,9% del PBI a finales del 2023 en un superávit del 1,5% hacia agosto de este año, anunció que el organismo planea otorgar al sector público de Argentina préstamos por U$S 2.400 millones, y al privado de U$S 1.400 millones. El condicionante que pone el BID es el de la necesidad de prever un crecimiento del país que sea inclusivo y duradero a fin de que cree oportunidades de empleo. También que el gasto público se vuelva más eficiente y equitativo.

Aprovechar estas circunstancias que hablan de un “veranito financiero” será fundamental para el gobierno, en momentos que afronta una de las partes más duras en el proceso de estabilización de su macroeconomía que incluye el realineamiento de precios relativos y la eliminación de desequilibrios fiscales y externos. El alivio por parte del FMI puede llegar a generar mejores condiciones de previsibilidad para la reservas del Banco Central.