Uno, el local, San Martín, es uno de los clubes del interior del país que en las últimas tres décadas, con su permanencia en los torneos de AFA y sus cuatro ascensos a Primera, es considerado uno de los grandes de tierra adentro. El otro, el visitante, River, no solo es uno de los grandes del futbol argentino, sino que es reconcido como uno de los clubes más importantes del mundo. Los dos con realidades diferentes, pero necesidades parecidas, se enfrentarán esta noche, desde las 21.30 en Concepción, dentro del marco de la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional de AFA.

Los sanjuaninos, dirigidos por Raúl Antuña, penúltimos en la tabla, aún no conocen la victoria (3 empates y 3 derrotas). Los porteños, cuyo técnico es Marcelo Gallardo, están mas aliviados en las posiciones donde marchan cuartos con 12 puntos (3 victorias y 3 empates). Esa es la realidad que los separa.

Ahora bien, existe un hilo conductor que los asemeja y es que ninguno de los dos ha logrado el rendimiento futbolístico que pretenden sus técnicos, Antuña tiene como atenuante que viene de una categoría inferior, que aún no se adaptó a un fútbol que se juega en una marcha más. En las caras de Gallardo cuando juega su equipo uno se da cuenta que puede estar tranquilo por los puntos logrados -su equipo marcha invicto- pero que no está conforme con lo que expresa en la cancha. Formado para ganar todo, le cuesta o lo hace sin sobrarle nada.

La necesidad de San Martín pasa por jugar esta noche el partido pefecto. Tener lagunas de desconcentración ante un rival como River puede ser letal. En tanto que la necesidad de River estará dada en plasmar sobre el campo de juego todo lo que potencialmente insinúa.

Uno, el local, San Martín, ha sido conformado con las limitaciones económicas de un club que asciende y no tiene acceso a los grandes sponsor que pueden lograrse en Buenos Aires El otro, el visitante, River, aprovechó el último mercado de pases para adquirir figuras que le permitan acudir al Mundial de Clubes con pretensiones de pelear el título.

Esta noche en el “Hilario Sánchez” se dará otra vez la clásica lucha de David contra Goliat. Y, como lo que se juega es un partido de fútbol; posiblemente, sino el único deporte donde el más débil o el que no juega mejor puede ganar. San Martín, como El Quijote -lanza en mano- arremeterá contra los Molinos de Viento pintados de blanco con una franja roja cruzada.

River fue receptor de la calidez sanjuanina
Con un retraso de 45 minutos arribó anoche la delegación de River Plate al Hotel Del Bono Park. El plantel y su técnico Marcelo Gallardo respondieron con amabilidad las muestras de afecto de los aficionados que en gran número se autoconvocaron para ver de cerca a sus ídolos, tratando de “robarles” una sonrisa, y en el mejor de los casos una selfie.

Luego de acomodar sus cosas y recibir las tarjetas de las habitaciones correspondientes, los jugadores salieron al hall para firmar camisetas y responder cada gesto de cariño. Según explicó Alejandro, uno de los encargados de prensa del club de Núñez; el recibimiento que les regalaron los sanjuaninos es uno de los “mayores que han vivido cuando salieron de Buenos Aires”.

El “Huevo” Acuña es uno de los que se quedaron más tiempo saludando a los hinchas millonarios. Y Montiel, uno de los más requeridos.

Pocas dudas
River tendrá la ausencia confirmada de Galoppo, lesionado. En San Martín, si bien Antuña no confirmó el equipo es posible que apele al doble 5, con Pelaitay y Watson, una línea de tres volantes y dos puntas.