Por ordenanza, los dueños de los lotes en Rawson deben mantenerlos cerrados y limpios para evitar que sean un foco de inseguridad y de problemas sanitarios. Para poder asegurar que sea así, iniciaron un relevamiento, donde detectaron que hay 253 inmuebles privados la zona urbana. Para lograr que todos estén en condiciones, empezarán intimando a los dueños a hacerse cargo del gasto que implican las mejoras. Para los que no lo hagan, analizan dos opciones para darles uso público y ya mandaron una ordenanza al Concejo Deliberante para avanzar.
Sebastián Chirino, secretario de Gobierno y Desarrollo Económico de Rawson, explicó que el programa que están implementando es parte del “plan estratégico del municipio, que busca mejorar el ambiente”. Uno de los primeros pasos fue el relevamiento, que realiza el área de fiscalización de la gestión. Hasta el momento, con la mayor parte del área urbana recorrida por los inspectores, detectaron 253 lotes baldíos, aunque todavía resta terminar un cuadrante, que está entre Chacabuco, República del Líbano, Ruta y Calle 5. La zona donde más inmuebles vacíos encontraron fue la que está entre República del Líbano, Cabot, Paula y Ruta 40, con 91 del total.
El primer paso que dará el municipio es el que está hoy en día contemplado en la normativa: buscar a los dueños e intimarlos a que limpien y cierren. Esto empieza tanto con denuncias de vecinos como por un accionar de oficio. Si el propietario no cumple con su parte en 60 días recibe una multa y el municipio lo limpia, imponiéndole los costos. El problema de esto es que impone un gasto extra a la gestión y a veces es imposible contactar a los dueños porque, por ejemplo, hay problemas sucesorios.
Frente a esto, el municipio está analizando alternativas nuevas, ya que consideran que dejar los baldíos como están es un problema para los vecinos. En caso de que el dueño de un inmueble desocupado no pueda hacerse cargo de la limpieza y cierre, podrá hacer un acuerdo con el municipio. “Se les va a proponer darle un uso público a cambio de mantenerlo en condiciones, como puede ser un estacionamiento”, señaló Chirino. De esta manera, si bien el Estado se hará cargo de los costos, tendrá la posibilidad de usarlo y el espacio no quedará ocioso.
La otra alternativa ya avanza por medios legislativos y es para los propietarios que no quieran limpiar ni permitir su uso. Chirino dijo que están redactando una ordenanza similar a lo que hizo hace algunos años para gravar con un impuesto el terreno ocioso. Esto, al contrario de una multa de un pago único, serviría para “terminar con una cadena de especulaciones de los dueños”. Según dijo, la intención es que deban hacerse cargo de esta nueva tasa tanto por la superficie y valor del terreno o por el tiempo que se mantiene sin recibir mejoras.
Para poder hacer esto el municipio debe hacer una nueva ordenanza que regule este sistema, que el funcionario explicó que es “una forma de intervenir el suelo ocioso”. Los concejales empezaron a trabajar en este texto y esperan que tenga estado parlamentario en noviembre. La complejidad tiene que ver con que no hay una norma similar en San Juan y por eso deben comprobar que no se contraponga con la ley provincial. Pero, si pueden avanzar según lo planeado, esperan tener el sistema aprobado antes de fin de año y empezar a regularizar la situación de los 253 lotes.
- Exigencias
El municipio no descarta modificar las condiciones que pide la ordenanza sobre los baldíos, para evitar que los propietarios dejen solo un alambrado para justificar que hicieron un cierre. Según dicen, estos elementos precarios no evitan los problemas.