Tras la histórica conquista de Racing Club, que venció a Cruzeiro 3 a 1 para quedarse con la Copa Sudamericana y obtener su primer título internacional en 36 años, miles de hinchas académicos coparon la Plaza de la República y festejaron en el Obelisco junto a los campeones.

Cantaron y bailaron y toda la familia racinguista fue parte de otro capítulo más en la historia del club. Racing fue fiesta en el Obelisco. A nadie le importó el calor del cemento, bañarse en transpiración, llorar, abrazarse con desconocidos y gozar infinitamente del momento, destacaron las crónicas de diarios nacionales.

Hubo pura bonhomía y pasión académica. Porque este título de Racing llegó en un gran momento para el club, que desde el inicio del siglo XXI cambió el paradigma de derrotas para pasar a ganar títulos de distinto tipo, como el recordado de 2001 con Mostaza Merlo y los 2014 y 2019, además de dos definiciones ante Boca, con Fernando Gago de entrenador.

Los dirigidos por Gustavo Costas se unieron a los festejos en el centro porteño luego de una caravana que partió desde el aeropuerto de Ezeiza y terminó en el Obelisco. El plantel se trasladó en un colectivo ploteado y sin techo. La locura fue total, en un festejo inolvidable.

“Nuestra gente no solo copó de nuevo dos canchas, sino que ahora también volvió a demostrar que somos la mejor hinchada. ¡Gracias infinitas! Este logro es de ustedes también que alentaron y apoyaron al equipo ¡Vamos por mucho más!”, celebró Víctor Blanco, presidente de Racing durante la celebración.