Por su experiencia, la nutricionista Analía Rodríguez asegura que el consumo de huevos ha mutado en los últimos tiempos, especialmente en aquellas personas que cuidan su alimentación, quizás no por hacer una dieta pero sí por incorporar otros hábitos. ‘Algunos sacan algún tipo de alimento o basan la alimentación en no consumir ciertos ingredientes -uno de los más comunes son las harinas y panificados, aparte de grasas y azúcares, también quienes buscan comer menos carne o directamente eliminarla de sus ingestas, reemplazándolos en todos los casos por huevos y convirtiendo desayunos, meriendas, colaciones y comidas principales en más saludables y proteicos a partir de este elemento”.
Justamente en ese contexto alimenticio es que muchas personas consumen cada vez más huevos a diario. Casi sin límites. Sin embargo, hay que tener ciertos cuidados. ‘Si bien hay que individualizar según las características de cada persona y sus antecedentes patológicos previos, como recomendación general, se sugiere que los niños puedan consumir hasta cinco huevos enteros a la semana. En la adolescencia se puede aumentar un poco más, muy parecido a lo que consume un adulto: se puede comer un huevo diariamente, si no hay ningún problema de salud, hasta siete por semana. Ya en la vejez, habría que limitar un poco su consumo”, indica la profesional que aclara que ‘quien tengan algún problema de salud específico, ya sea vinculado a las grasas o las proteínas, patologías cardíacas o hepáticas, deberá controlar esta ingesta y revisar la cantidad de grasas diarias totales que consume”.
‘Anteriormente se relacionaba al huevo con problemas de colesterol, se creía que la yema concentraba un alto contenido de colesterol, pero actualmente está demostrado por muchos estudios que aunque tiene esta sustancias, aparte de grasas saludables, no impacta de manera directa en el colesterol sanguíneo y resulta ser una muy buena fuente de proteína. Entonces, ¿qué aporta un huevo entero?: una buena cantidad de ácidos grasos esenciales, vitamina D, vitamina B12. Si en cambio, solo se elige comer las claras, vamos a tener solamente aislada la cantidad proteica que tiene el huevo. Quien prefiere comer solo las yemas, el aporte será de grasas”, asegura.
Quien se inclina por incluir en su dieta los huevos de codorniz debe saber que nutricionalmente son similares a los de gallinas, salvo un aporte adicional en Vitamina B12 y hierro.
Rodríguez puntualiza que el problema para quien se excede en el consumo de huevos puede resultar en una alimentación desequilibrada, en la que falten algunas nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibras, entre otros, y en un ‘exceso de proteínas que puede ser perjudicial para los riñones a largo plazo”.
Por supuesto que la recomendación de esta experta a la hora de prepararlo es ‘evitar su cocción en grasa, o sea no comerlo regularmente frito -si se puede de vez en cuando- porque al cocinarlo en aceite que se calienta, en ese proceso empieza a tener transformaciones de esa grasa y se vuelve más irritante para el estómago. Esto sumado a que esa grasa actúa de forma muy distinta en el organismo que al consumir el aceite crudo”. Lo ideal, según Analía, para quien come un huevo a diario es hacerlo tipo huevo revuelto -para lo cuál se utiliza una cantidad mínima de aceite-, pasado por agua -la yema queda blanda en el medio y en la clara dura-, poché, omelette. ‘Ahora hay distintos envases para microondas que te permiten hacer estas preparaciones y los resultados quedan similares a un huevo frito, pero sin usar aceite”, sugiere para aquellos que no pueden con la tentación.
¿Cuál es el mejor momento del día para optar por este tipo de alimento? La profesional explica que ‘si la persona necesita mejorar la saciedad de las comidas para poder llegar a las próximas sin tanto apetito, puede utilizar el huevo en el desayuno o como colación por su aporte proteico que calmará el hambre de manera efectiva. Pero si la persona quiere comer más liviano sin dejar de lado que sea rico en nutrientes, especialmente en la noche, puede optar por un huevo. Este alimento, a diferencia de las carnes, por ejemplo, teniendo en cuenta nuestros hábitos culturales de cenar tarde y acostarnos al poco tiempo de haber comido, ayuda a tener una ingesta más completa y no tan pesada”.
> RIESGOS EN LA MIRA
Puede suceder que el huevo contenga una bacteria llamada Salmonella -cuya infección afecta la salud de la persona, especialmente niños y ancianos, con síntomas como diarrea (desde leve a grave), fiebre y en algunos casos, vómitos-. ‘Para evitar su proliferación, se recomienda mantener los huevos frescos en la heladera, a una temperatura un poco más baja”, afirma la profesional, quien no recomienda lavar los huevos porque con esta acción sencilla se les ‘quita una película protectora que tiene por afuera y hace que la superficie de la cáscara se vuelva más porosa y permita, que se deteriore más rápidamente. Sólo hay que limpiarlos con un trapo seco o con una servilleta y guardarlos en un recipiente apropiado o simplemente en su lugar, en la heladera. Otro detalle a tener en cuenta es que es conveniente tener un hervidor solo para los huevos para asegurarnos el control de la suciedad que puedan llegar a traer por fuera”.
Un aspecto fundamental es que, según detalla Rodríguez, las preparaciones que contengan huevo no estén fuera de la heladera, por más de dos horas, cuando ya están listas. Especialmente en verano, por las altas temperaturas. En esa época del año, ni siquiera pueden estar sin refrigerar por una hora.
> UNA JORNADA ENTRE CLARA Y YEMA
1996, Viena y más de 150 países del mundo de acuerdo. Ese fue el escenario en el que se estableció que dadas sus características beneficiosas para la salud, el huevo debía tener su propio día, cada segundo viernes de octubre de cada año para justamente fomentar su consumo. Es por eso que desde entonces, todos aquellos que son fanáticos de la cocina buscan nuevos métodos para prepararlos y mostrar creativamente esta fuente de nutrientes única, económicamente accesible y fácil de preparar.
> LA EXPERTA
Analía Rodríguez actualmente lleva adelante un programa nutricional para diferentes empresas, por lo que ya no hace consultorio para pacientes particulares, pero si capacita, controla, asesora de forma personalizada, pone en acento en la prevención de salud para quienes tienen patologías previas asociadas a la alimentación y arma los menúes para el personal que trabaja en ciertos establecimientos de la provincia.