El médico pediatra, Carlos Dante Cabrera (59 años), se convirtió ayer en el primer condenado por un caso de ‘mala praxis’ desde que, el 26 de febrero de 2021, se puso en vigencia el sistema acusatorio como nueva forma de investigar y resolver los casos penales en San Juan, dijeron fuentes judiciales. Ayer, el juez Guillermo Adárvez adhirió al planteo de Fiscalía y la Parte Querellante, y condenó al profesional a 3 años en suspenso y 5 de inhabilitación para ejercer la medicina, por el homicidio culposo (matar sin tener esa intención) de la pequeña Oriana Salinas Santana, de 1 año y 5 meses, ocurrido el 30 de julio de 2022.

Para los acusadores, y también para el magistrado, Cabrera actuó culposamente (con negligencia, imprudencia, impericia y sin cumplir los deberes a su cargo) cuando vio a la criatura, revisó sus análisis, le recetó un antibiótico y algo para la fiebre y le dio el alta, en lugar de dejarla internada por el alarmante bajo nivel de glóbulos blancos que presentaba, al cabo de tres días de tos y flemas, sin comer ni ingerir líquidos. Según la autopsia, la nena murió por una neumopatía, es decir una grave infección respiratoria.

‘Creemos que en parte se hizo justicia… nosotros queríamos una pena de prisión efectiva, él tuvo en sus manos evitar que mi hija sufriera y que estuviera como ahora, en un cementerio. Pero es un alivio que haya condena y que mi hija tuviera algo de justicia’, dijo ayer Heidy Santana, madre de la nena fallecida, acompañada de su esposo, Héctor Salinas, y un puñado de familiares.

Antes del veredicto, el fiscal coordinador, Iván Grassi, y el ayudante fiscal, Pablo Orellano (UFI de Delitos Especiales), habían pedido 3 años sin encierro y 10 años de inhabilitación. Las abogadas de la familia de la víctima, Yamila Piozzi y Araceli Pérez, pidieron 8 años de prisión efectiva y también el máximo de inhabilitación, por homicidio simple con dolo eventual.

El médico optó, como en toda la investigación y el juicio, por no declarar. Su abogado defensor, Federico Aguiar, pidió su absolución porque -sostuvo- no se probó que Cabrera hubiera atendido a la segunda hija de los Salinas Santana la madrugada del 29 de julio de 2022. Y tampoco que le hubiera prescripto nada, pues no hay registros en farmacias de receta alguna y la actuación del médico no consta en registro informático del hospital Rawson, además de no existir testigos de que la hubiera atendido, dijo. Ayer, anticipó que buscará revertir el fallo en un Tribunal de Impugnación.

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