Europa no solo está preocupada por los conflictos bélicos que se han desatado en los últimos años, entre los que se destaca la guerra entre Rusia y Ucrania y los enfrentamientos entre Israel y el grupo terrorista Hezbolá, que tienen serias consecuencias para la paz en la región Norte de Europa y en Oriente Medio. En los últimos meses ha surgido un nuevo foco de preocupación motivado por la alianza entre Corea del Norte y Rusia, que amenaza con generar un conflicto mucho mayor que los anteriores, si ambas naciones deciden aunar esfuerzos para alcanzar nuevos objetivos de dominación.

El vínculo entre Kim Jong Un y Vladimir Putin se remite a la historia de ambos países y a la colaboración mutua a la que Unión Soviética y Corea del Norte acudieron en ciertos momentos para forjar sus regímenes totalitarios despojándose de sus enemigos.

Kim Jong Un, nieto del fundador del régimen que ha gobernado desde comienzos del Siglo XX Corea del Norte con poderes sobrenaturales, con rasgos de deidad heredados, es un despiadado dictador que amenaza constantemente a Corea del Sur, ya sea apuntando sus misiles o de maneras muy insólitas como es enviando globos aerostáticos que sobrevuelan el paralelo 38 cargados de toneladas de basura y excremento. Esta acción intimidatoria demuestra la calidad de persona que puede llegar a ser el líder norcoreano, algo que comparte con Putin que, desde el Kremlin, ha decidido avanzar hacia países como Ucrania a fuerza de asesinatos seriales, encarcelamientos, censuras, fraudes electorales y guerras expansionistas.

Pero Corea del Norte no solo está pensando en su vecino inmediato, sino que desde la lejana península que comparte con Corea del Sur está hostigando permanentemente a países de occidente, incluido Estados Unidos. El potencial de armamentos con que cuenta esta nación la convierten en un socio formidable de un país como Rusia que sigue tratando de ejercer su predominio y ambiciones expansionistas.

El accionar en conjunto de ambos países podría llegar a ser muy peligroso para Europa y todos los estados asiáticos que en algún momento han sido asediados por el régimen norcoreano y por loa pretendida hegemonía rusa.

De todas formas Europa tiene en estos momentos otros motivos de preocupación como son los enfrentamiento entre Israel y Hezlobá en la Franja de Gaza y, ahora, en El Líbano. En este caso, lo que Europa ve como un problema amenazante son dos liderazgos muy fuertes. Uno es Hezbolá que constituye el largo brazo exterior del régimen iraní dispuesto a atacar a Israel y hacerse de otros objetivos como Chipre, y el otro es el líder israelí, Benjamín Netanyahu, que se ha mostrado intransigente a la hora de llegar a un acuerdo por la paz y detener los bombardeos en Gaza. A esto se suma el rumbo que pueda llegar a tomar Estados Unidos tras sus elecciones presidenciales en función al apoyo que esta nación pueda ofrecer en medio de estos conflictos que mantienen en vilo al mundo.