La consigna fue dar ‘hasta donde el cuerpo diga basta’ porque el objetivo era disfrutar y no sufrir. Y todos acataron la recomendación, aunque a medida que avanzaron los ejercicios aumentaron su autoexigencia. Fueron los hombres y mujeres que desafiaron su flexibilidad durante la hora que duró la clase de yoga, abierta y gratuita, que se realizó ayer en el Parque de Mayo, organizada por el municipio de la Capital. Unas 100 personas participaron de esta propuesta.

Interés. Unas 100 personas, entre hombres y mujeres, participaron de la clase de yoga en el Parque.

La actividad arrancó a las 10 en punto. Y lo primero que hizo Romina Sad, la profesora a cargo de la clase, fue darles una charla a los presentes sobre algunos buenos hábitos que ayudan a mantener el cuerpo y la mente sana, como el dormir 8 horas diarias, mantener el peso ideal, eliminar de la dieta alimentos que ‘restan energía’ como el azúcar, y relajarse. Y este último consejo fue el puntapié para el primer ejercicio que fue de respiración. ‘Siempre se debe respirar por la nariz. Hay que inspirar en 4 segundos, mientras se infla el abdomen hacia afuera. Retener el aire por 4 segundos más y expirar lentamente. Esta respiración ayuda a relajarse y a bajar un cambio’, dijo la profesora.

Participación. Jóvenes, adultos y adultos mayores desafiaron su flexibilidad con cada ejercicio.

Tras esta introducción, comenzó la práctica de ejercicios básicos de yoga que los alumnos realizaron con entusiasmo y conformes de poder realizarlos. ‘No son tan difíciles como creía’, dijo Noemí Cortez, de 65 años. Pero, luego cambió de opinión. Fue cuando la profesora indicó que debían tenderse boca abajo con los brazos abiertos en cruz a la altura de los hombros. Luego, apoyar el cachete izquierdo en la colchoneta mirando la mano derecha, mientras pasaban la pierna derecha por encima de la izquierda hasta tocar el suelo con la punta del pulgar del pie derecho, rotando la cadera. Muchos lograron hacer el ejercicio correctamente, algunos lo intentaron poniendo a prueba su flexibilidad, mientras que otros sólo se rieron tras no poder hacerlo. ‘Uyyy logré sentir partes del cuerpo que ni sabían que existían. Después de tanto ejercicio voy a dormir la siesta como un bebé’ dijo Noemí.

Por su parte, Rodolfo Pizarro, al frente de la Dirección de Deportes, de la Municipalidad de Capita, dijo que ‘Organizamos esta clase para que la gente conozca lo que es el yoga y que, al menos por una hora, se relaje, divierta y se olvide de los problemas. Y creo que se está logrando porque todos están pasando un lindo momento’.

> Visita profesional

Romina Sad, la instructora de yoga, llegó desde la provincia de Neuquén para dirigir la clase de esta disciplina que organizó la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Capital, y de la que participaron vecinos de diferentes departamentos.