El esloveno Tadej Pogacar se coronó campeón mundial de ciclismo en ruta ayer en Zurich con un ataque espectacular a 100 kilómetros de la meta, una maniobra impensable.

Pogacar es el tercer ciclista tras Eddy Merckx en 1974 y Stephen Roche en 1987 en ganar el mismo año el Giro de Italia, el Tour de Francia y el Mundial.

“No sé qué se me pasó por la cabeza. Evidentemente no era el plan previsto en la salida pero la carrera se desbloqueó rápido, con una escapada muy peligrosa por delante. Quizás fue estúpido de mi parte, pero afortunadamente llegué”, dijo Pogacar tras superar la línea de meta.

El fenómeno del ciclismo conservó 34 segundos de ventaja sobre el australiano Ben O’Connor y 58 con el neerlandés Mathieu van der Poel, que defendía la malla arcoíris, tras una travesía temeraria en una larga jornada (273 km) y con 4.470 metros de desnivel.

Acelerando a 100 kilómetros de la meta, una distancia desaconsejada en cualquier manual de ciclismo para lanzar un ataque, se unió a un grupo de escapados en el que le esperaba su compatriota Jan Tratnik.

Solo Merckx y Roche, en 1974 y 1987 habían logrado el título en el año que ganaron el Giro y el Tour

Tras 20 kilómetros volvió a distanciarse, junto con el francés Pavel Sivakov, su compañero este año en el equipo UAE.

A 51 kilómetros de la meta el esloveno se marchó en solitario para tener hasta un minuto de ventaja con sus primeros perseguidores para finalmente triunfar en su magnifica apuesta.

Por detrás, Van der Poel y Remco Evenepoel, que buscaba un nuevo doblete crono-línea tras los dos oros que consiguió en París-2024 pero que terminó quinto, lograron acercarse en un pequeño grupo en un final que tuvo suspenso. Pero Pogacar aguantó hasta el final.