Un cerco vivo es una línea de árboles o arbustos que se plantan para delimitar espacios, proteger áreas o crear un ambiente atractivo.

Son una buena opción para separar diferentes sectores de un jardín, delimitar con un lote vecino, o crear una barrera protectora o visual. Formados por una hilera de plantas rústicas y de crecimiento constante, estos tienen muchas ventajas respecto de una pared sólida: se integran al paisaje, son reguladores bioclimáticos, atenúan los sonidos y el polvo, y dan un aporte estético colaborando con flores, hojas y frutos de diversas tonalidades.

Hay varias razones para colocar un cerco y la decisión de la especie dependerá en gran parte del lugar donde se lo coloque. Si el mismo se utilizará para delimitar un lote vecino, lo ideal es conversar con el otro propietario para consensuar el tipo de cerco.

Pueden estar formados por una sola especie o ser mixtos, combinando dos o más tipos de plantas con diferentes características. Por ejemplo, si una tiene frutos o es caduca, la otra contribuye a cubrir la zona en los meses de invierno. Su altura puede variar. Por lo general, si tiene fines estéticos, el cerco vivo será bajo mientras que si tiene un fin protector o divisor será más alto.

Hay especies arbustivas tradicionales que tienen follaje persistente y compacto como: la Ligustrina, Cotoneaster, Crataegus, Cupressus y Juniperus. Además de ser perfectos para grandes áreas verdes, también son ideales para balcones, terrazas y patios , donde las plantas como Thujas y Cipreses ofrecen una barrera natural que protege del viento, reduce el ruido y crea un ambiente más fresco.

La caña de bambú es una especie recomendada para cercos perimetrales o como barrera protectora porque forma un cerco compacto y prácticamente impenetrable. Hay algunas especies que no se recomiendan si están cerca del lugar donde frecuentamos porque atraen insectos, como los cipreses lambertiana y arizónicas. Hay quienes optan por colocar una especie y luego dejar que el cerco se pueble de plantas que crecen libremente a su alrededor.

Es importante planificar y diseñar 

Para que estas plantas cumplan su función y cubran las expectativas, es importante realizar esta tarea. En primer lugar, definir el lugar y considerar el tipo de suelo, la exposición al sol, los vientos predominantes y la disponibilidad de agua. Luego se debe verificar que la especie elegida se adapte bien a la zona, y que las labores de mantenimiento estén a nuestro alcance. Se aconseja consultar con un vivero acerca del tamaño de las plantas a colocar y la distancia recomendada. Una buena medida es presentar los plantines en hilera antes de hacer los pozos para proyectar cómo sería su vista desde diferentes ángulos del terreno.

Mantenimiento de los cercos

Las labores de poda son fundamentales para mantener los cercos vivos sanos y dentro de la forma deseada, y se pueden dividir en varias etapas.

Las podas de formación se hacen en los primeros dos o tres años de instalados los arbustos: cortando las yemas principales se consiguen cercos más tupidos. Luego están las podas de sanidad que se hacen cada vez que se necesiten: se sacan las ramas secas, las enfermas y los chupones. Las podas para mantener la forma se realizan según la especie respetando la naturaleza del arbusto. Los arbustos que se desarrollan más rápido deben podarse más a menudo para que no dejen huecos por crecimientos irregulares. Si pasó mucho tiempo después de la última poda y el cerco creció demasiado, no se debe hacer una poda drástica, sino que se debe hacer por etapas. Se recomienda realizar las podas entre tres y cuatro veces por temporada, y puede hacerse en forma recta, para mantener la rigidez del cerco vivo, o en forma de pirámide truncada para que el sol llegue a la base de las plantas.

Plantas para Cercos: Encontrá la Opción Perfecta para Parques, Jardines y Barrios Privados

Elegir la planta adecuada para cercos vivos en parques, jardines y barrios privados puede transformar completamente el espacio, brindando privacidad, delimitación y belleza natural. Ofrecemos una variedad de plantas perfectas para formar cercos vivos, como el laurel, el ciprés de Leyland, el bambú, el durillo y la photinia. Cada una de estas plantas tiene características únicas que se adaptan a diferentes necesidades y condiciones climáticas.

Principales Arbustos y Plantas para Cerco:

Eugenia (Syzygium paniculatum): Popular por su follaje denso y su fácil mantenimiento, ideal para cercos formales.

Buxus (Buxus sempervirens): Conocido como boj, es muy utilizado para cercos formales debido a su crecimiento denso y su capacidad para ser podado en diversas formas.

Ciprés (Cupressus sempervirens): Ideal para cercos altos y delgados, ofrece privacidad y actúa como cortavientos.

Laurel de Flor (Prunus laurocerasus): Con hojas grandes y brillantes, es excelente para cercos densos y ofrece buena cobertura.

Photinia (Photinia x fraseri): Apreciada por su follaje colorido y su crecimiento rápido, es ideal para cercos vibrantes.

Ligustro (Ligustrum lucidum): Conocido por su rápido crecimiento y su capacidad para formar cercos densos y altos.

Pittosporum (Pittosporum tobira): Ofrece un follaje atractivo y es ideal para cercos informales y en forma de seto.

Nandina (Nandina domestica): También conocida como bambú sagrado, es ideal para cercos ornamentales y ofrece un atractivo follaje cambiante.

Lauroceraso (Prunus laurocerasus “Novita’): Similar al Laurel de flor, con un crecimiento rápido y denso, ideal para cercos imponentes.

Arizónica (Platycladus orientalis): Ideal para cercos formales y cortavientos, con un crecimiento denso y hojas en forma de escamas.

Euonymus (Euonymus japonicus): Ofrece una buena cobertura y es fácil de mantener, ideal para cercos de altura media.

Aucuba (Aucuba japonica): Conocida por su resistencia y su atractivo follaje, ideal para cercos en áreas sombreadas.

Ilex (Ilex crenata): También conocido como acebo japonés, es ideal para cercos formales debido a su follaje denso y su capacidad para ser podado.

Cleyera (Ternstroemia gymnanthera): Ofrece un follaje denso y brillante, ideal para cercos decorativos.

Cotonester (Cotoneaster lacteus): Conocido por sus bayas rojas y su follaje denso, ideal para cercos informales y ornamentales.

Rincón (Rinconia costaricensis): Ideal para cercos informales con un crecimiento denso y hojas atractivas.